“Estimado presidente, ponga fin a la maldita guerra”: el desesperado pedido de los rusos

La región fue invadida en agosto por el ejército de Ucrania y desde entonces aseguran vivir en una película de terror.

Una guerra que lleva años, una situación desgastante, económicamente y emocional. Es por eso que hartos de ella, los refugiados de la región rusa de Kursk, ubicada a unos 530 km al suroeste de la capital Moscú, parcialmente ocupada por el ejército ucraniano desde inicios de agosto, solicitaron este jueves al presidente Vladímir Putin que ponga fin a “la maldita guerra, que se ha cobrado muchas vidas inocentes”.

Así lo expresaron en un video en donde muestra un grupo de 40 habitantes de la aldea de Olgovka y un habitante leyendo el comunicado que le enviaron al mandatario ruso. “El 6 de agosto de 2024 nuestra vida se dividió en un antes y un después”. En tanto que Putin espera la llegada de Donald Trump para darle fin a la guerra con Ucrania.

En otra parte de la misiva expresaron: “Nuestro pueblo vivía una vida ordinaria. Imaginen una mañana soleada. Decenas de personas se apresuraban a sus trabajos, algunas hacia el campo, otras hacia la tienda. Las madres jóvenes llevaban a sus hijos a la guardería, donde había muchos niños... prácticamente no había casas vacías y abandonadas”, narró un residente sobre la forma en que el lugar donde vivía fue invadido,

“Es una película de terror”

El 6 de agosto de 2024, Ucrania invadió Kursk, tomar control de un área de aproximadamente 1.000 kilómetros cuadrados, en lo que se considera un avance significativo en la defensa contra la ilegal invasión rusa. Así es como tres meses después los refugiados enviaron un video solicitando volver a la normalidad a su vida pacifica y calificaron la situación como una “película de terror”

“Seguimos sin hogar... A menudo oímos a la gente decir que gracias a Dios estamos vivos. No, no todos están vivos”, aseguró un habitante. “Algunos de nuestros compañeros murieron, desaparecieron, ya que no se anunció la evacuación”, manifestaron en la publicación que dio vuelta el mundo.

Además, criticaron la insuficiencia de los subsidios para cubrir los gastos de una nueva vivienda y las dificultades para encontrar empleo fuera de su lugar habitual de residencia. “Perdimos todas nuestras casas, tierras, coches, las granjas que no pudimos sacar. Nos echaron como a gatitos... No todo el mundo nos acoge como refugiados y mucha gente se niega o nos ofrece trabajo por unos céntimos”, lamentaron los habitantes.

Los movimientos apresurados de Putin antes de que asuma Trump

Rusia ha desplegado en Kursk alrededor de 50.000 soldados, lo que incluye un contingente de miles de soldados norcoreanos. Este movimiento estratégico parece tener como objetivo fortalecer las defensas rusas y posicionar sus fuerzas para expulsar a las tropas enemigas antes de la investidura de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, programada para el próximo 20 de enero.

Es que la administración saliente de Joe Biden en Estados Unidos ha mantenido su apoyo a Ucrania, proporcionando ayuda militar y económica significativa. Sin embargo, el futuro de la política estadounidense en relación con el conflicto se vuelve incierto con la inminente llegada de Trump al poder. Durante su mandato anterior, Trump adoptó una postura ambigua respecto a Rusia, a menudo elogiando a Vladímir Putin y sugiriendo que Estados Unidos debería reducir su implicación en conflictos internacionales, lo que generó preocupaciones sobre cómo manejaría la guerra en Ucrania si regresa a la Casa Blanca.