Redistritación o ‘gerrymandering’: ¿Qué es y por qué es legal en elecciones como las de Estados Unidos?

Cada década, Estados Unidos revisa y rediseña su mapa electoral, un proceso que algunos gobiernos pueden intentar aprovechar para influir en el voto y debilitar a sus oponentes políticos.

Por:

Adonis Martínez

Aunque las elecciones presidenciales de Estados Unidos, donde Kamala Harris y Donald Trump competirán por la Casa Blanca el próximo 5 de noviembre, acaparan la atención mediática, no serán los únicos comicios en los que los ciudadanos estadounidenses tendrán que votar. Además de elegir a su nuevo presidente, los votantes decidirán sobre la renovación completa de la Cámara de Representantes y un tercio del Senado.

La importancia de estos comicios no es menor, ya que la elección de 435 congresistas y alrededor de 34 senadores influirá directamente en la capacidad del próximo presidente para implementar sus políticas. El control de ambas cámaras legislativas condicionará el éxito del próximo mandato, permitiendo que los intereses locales de cada estado jueguen un papel crucial en el rumbo político de Estados Unidos.

En las elecciones legislativas de Estados Unidos, los distritos electorales son fundamentales para organizar el voto. Sin embargo, una práctica conocida como gerrymandering permite a los partidos redibujar estos distritos para influir en los resultados, lo que convierte a esta estrategia en una herramienta clave para intentar modificar el equilibrio electoral.

Redistritación: ¿Por qué cada 10 años? ¿Por qué es tan importante?

Cada década, tras el ajuste del censo en Estados Unidos, se lleva a cabo un proceso llamado “redistritación”. Este procedimiento consiste en redibujar las áreas geográficas de cada estado con el objetivo de equilibrar la representación proporcional de la población en el Congreso.

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Cada estado cuenta con tantos distritos como representantes en el Congreso, y son las autoridades estatales las que supervisan este proceso. El propósito es ajustar los distritos para reflejar cambios en la población o migraciones internas, asegurando que cada distrito agrupe a un número similar de habitantes. En resumen, se trata de redibujar el mapa electoral para que la representación se mantenga equitativa y acorde con los datos demográficos actualizados.

¿Qué es y en qué consiste el Gerrymandering?

En el proceso de redistritación, las autoridades locales pueden aprovechar la oportunidad para manipular los límites de los distritos a su favor. Esta estrategia, conocida como gerrymandering, consiste en redibujar los distritos de manera que favorezcan a un partido, grupo social o ideología, asegurando así una ventaja electoral.

El término gerrymandering proviene del gobernador de Massachusetts, Elbridge Gerry, quien en 1812 redibujó un distrito con una forma tan extraña que recordaba a una salamandra. Su objetivo era simple: crear un distrito cuya forma beneficiara a su partido en las elecciones. De ahí nace el término, combinando Gerry con salamander (salamandra), para referirse a esta práctica de manipulación electoral.

¿No se entiende? Vamos con un ejemplo práctico:

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Imagina una ciudad con 60 votantes, 30 del partido A y 30 del partido B, divididos en 3 distritos. Si se distribuyeran de manera justa, ambos partidos tendrían una representación equilibrada.

Pero, usando el gerrymandering, quienes controlan la redistritación podrían:

• Agrupar la mayoría de votantes del partido B en un solo distrito.
• Dividir el resto de los votantes del partido B en los otros dos distritos, donde el partido A tendría una ligera ventaja.

Resultado: el partido A gana 2 de los 3 distritos, a pesar de que el número total de votantes es igual para ambos partidos.

Y esta batalla política es la que Donald Trump y Kamala Harris tendrán en estas elecciones, veremos quién sale como vencedor.