El voto obrero, la clave de la elección entre Donald Trump y Kamala Harris

A dos semanas de las presidenciales, ambos postulantes a la Casa Blanca son cada vez más específicos en la búsqueda del voto. En virtual empate, cada estrategia se lleva adelante con precisión quirúrgica.

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Cristian Ortega Mahan

Kamala Harris y Donald Trump, cabeza a cabeza de cara a las elecciones del martes 5 de noviembre. Fuente: AFP - Canva - La Península

La carrera por la Casa Blanca se intensificó este viernes en Míchigan, donde Kamala Harris y Donald Trump, los principales candidatos a presidir Estados Unidos, prácticamente empatados en las encuestas a solo 18 días de las elecciones, se lanzaron a una frenética búsqueda del voto obrero en uno de los estados clave que definirá el futuro del país.

Propuestas en poblados clave

La vicepresidenta inició su jornada en Grand Rapids, en el condado de Kent, una zona tradicionalmente conservadora del oeste de Míchigan, donde Trump triunfó en el 2016, pero donde el actual presidente, Joe Biden, se impuso en el 2020.

Harris se comprometió a revitalizar la vital industria automotriz de Míchigan e instó a los ciudadanos a no dejarse engañar por las “promesas vacías” de Trump. “Juntos, renovaremos las fábricas existentes, contrataremos mano de obra local y colaboraremos con los sindicatos para crear empleos bien remunerados, incluidos aquellos que no requieren un título universitario”, afirmó la candidata demócrata.

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La edad, un tema problemático para Trump

Hasta hace tres meses, la atención se centraba en la edad de Biden, pero ahora, con su retirada, los 78 años de Trump empiezan a pesar en su candidatura. Harris hizo eco de los informes que sugieren que el desgaste de la campaña está afectando a Trump, quien se muestra exhausto por sus compromisos. “Su propio equipo de campaña ha reconocido recientemente que (cancelar compromisos) se debe al agotamiento. Si te sientes agotado en la campaña, eso plantea serias dudas sobre tu idoneidad para el trabajo más difícil del mundo”, dijo la vicepresidenta.

Después de Grand Rapids, Kamala Harris se trasladó a Lansing, donde pronunció un discurso en un local del poderoso sindicato United Auto Workers y finalizó su jornada con un mitin en el condado de Oakland, en las afueras de Detroit, continuando su apelación a la clase trabajadora. “Donald Trump está repitiendo las mismas promesas vacías que hizo anteriormente, esperando que la gente olvide cómo los decepcionó la última vez”, agregó.

Trump y el “muro azul”

Trump también estuvo el viernes en el condado de Oakland, participando en una mesa redonda con vecinos y luego llevando a cabo un mitin nocturno en Detroit. Míchigan, junto con Pensilvania y Wisconsin, conforma el llamado muro azul, que históricamente ha estado dominado por los demócratas, pero que Trump logró conquistar en el 2016, fracturando el voto de parte de la clase trabajadora.

En este tradicionalmente obrero territorio, Harris enfrenta dos desafíos: el tibio respaldo de los sindicatos, que han mostrado menos entusiasmo por ella que por otros candidatos en el pasado, y el distanciamiento de la comunidad árabe, crítica con el apoyo de la Casa Blanca a Israel en la guerra de Gaza. De hecho, Harris aprovechó su mitin en las afueras de Detroit para insistir en que la muerte del líder de Hamás, Yahya Sinwar, “puede y debe ser un punto de inflexión” para “poner fin” a la guerra en Gaza.

“Todo el país acabará como Detroit”

El mitin de Trump en Detroit marcó su regreso a la ciudad tras sus polémicas declaraciones de la semana pasada, cuando advirtió que “todo el país acabará como Detroit” si Harris llega a la Casa Blanca, aludiendo a la grave crisis que sufrió la ciudad durante años, caracterizada por una importante pérdida de población y el cierre de fábricas.

Las encuestas siguen reflejando un empate técnico entre los dos candidatos en Míchigan, aunque Trump ha reducido la brecha en las últimas semanas. Según el promedio de encuestas de FiveThirtyEight, Harris cuenta con un 47,5 % de apoyo frente al 47,2 % del republicano. La batalla por Míchigan, con 8,4 millones de votantes, promete ser reñida: Trump ganó en el 2016 por solo 11.000 votos, mientras que Biden se impuso en el 2020 con 155.000 apoyos.

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