Argentina vive segunda huelga general contra reformas de Milei

Esta segunda huelga general se vive en un momento de desconcierto en Argentina, donde prácticamente toda la semana ha estado bajo protestas de distintos sectores.

Por:

Julia Castro

A casi cinco meses de asumir la presidencia en Argentina, Javier Milei enfrentó este jueves el segundo paro general convocado por el sindicalismo en contra de las reformas económicas, impositivas y del Estado que impulsa para desmantelar regulaciones que prevalecieron durante décadas.

Con calles semivacías con muy poco transporte público, colegios y bancos cerrados y escasos comercios abiertos en la capital Buenos Aires, además de terminales ferroviarias semidesiertas, y en el aeropuerto cientos de vuelos reprogramados, así se vivió el paro, mientras Milei posó en Instagram con una camiseta azul con letras blancas en la que se leía “Yo no paro” con lo que demostró su disconformidad con la huelga que considera una herramienta política de los sindicalistas para minar su poder.

Por su parte, la actividad comercial estaba medio paralizada en la capital, como si fuera un día feriado, y aunque colegios privados y públicos abrieron sus puertas muchos maestros se ausentaron por la falta de transporte público.

La medida de protesta por 24 horas convocada por la Confederación General del Trabajo —CGT, la principal central sindical—y secundada por la Central de los Trabajadores de la Argentina se sentía con fuerza en la capital argentina.

Te podría interesar

El tradicional dulce de leche aumenta 350% en Argentina en un año

Los motivos de Ayuso para condecorar a Javier Milei

¿Cuáles son las reformas propuestas por Milei y por qué son rechazadas?

Los sindicatos rechazan las políticas de ajuste de Milei para garantizar el déficit cero así como dos iniciativas de reformas económicas e impositivas aprobadas días atrás por la Cámara de Diputados y que comenzaron a ser analizadas por comisiones de legisladores en el Senado el martes pasado.

El proyecto de la llamada Ley de Bases es una de las primeras reformas, y toma factores como la declaración de emergencia económica y energética por un año, la delegación de facultades que permite a Milei disolver organismos estatales y la posibilidad de privatizar una decena de empresas públicas.

El gobierno necesita sacar esta ley y aprobarla antes del 25 de mayo, día en que Milei convocó a todo el arco político a firmar un “contrato social” de diez puntos, entre ellos la defensa “inviolable” de la propiedad privada y el equilibrio fiscal “innegociable”.

Por otra parte, busca una reforma económica, conocida como el paquete fiscal que restablece un impuesto a las ganancias eliminado por el gobierno anterior y plantea un blanqueo de capitales para regularizar activos no declarados de hasta 100.000 dólares en Argentina.

Además de una reforma laboral, mientras que el de reforma impositiva incluye la reposición de un tributo sobre los sueldos que afectaría a miles de empleados. Ambos suponen cambios que son especialmente sensibles para los sindicatos.

Esta segunda huelga está marcada por protestas durante toda la semana en contra de las reformas de Milei. El lunes trabajadores de distintos sectores del transporte realizaron asambleas en sus lugares de trabajo, lo que en algunos casos alteró los servicios. En tanto, organizaciones sociales izquierdistas bloquearon el sábado los accesos a Buenos Aires y realizaron cortes en otros puntos del país.

Por otra parte, los universitarios también han protestado contra las reformas, por el recorte a la educación que ha impulsado el gobierno de Javier Milei en los últimos meses.