Cuidado con la estafa de los sobres naranjas: Qué hacer si te llega uno a casa

Su apariencia de contenido oficial del Estado asusta, pero debes de prestar atención a estos detalles.

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Por:

Adonis Martínez

Sobres naranja
Qué pasa con los sobres naranja? Cuidado con esta nueva estafa. Fuente: Península ES.

Aunque el foco mediático suele estar en los fraudes digitales, algunos estafadores siguen apostando por métodos de toda la vida, adaptándolos a los nuevos tiempos. Una de las últimas tretas que ha comenzado a ganar terreno en distintos barrios tiene como protagonista un sobre naranja, aparentemente inofensivo, pero con una clara intención manipuladora.

Estos sobres aparecen en los buzones sin remitente o con logotipos que imitan a organismos públicos, bancos o compañías conocidas. El truco está en el diseño: colores llamativos y frases como “aviso urgente” o “última oportunidad” que buscan despertar alarma en quien lo recibe y empujarle a actuar sin pensar demasiado en que está cayendo en una estafa.

Sobre naranja
El sobre naranja, protagonista de una nueva estafa. Fuente: Pexels.

Lo que hay detrás de esta estrategia es simple: generar una respuesta rápida y emocional. Es una forma de tocar la puerta —literalmente— de los hogares, disfrazando la estafa como si fuera una comunicación oficial, cuando en realidad es solo otra trampa más cuidadosamente disfrazada.

Qué hacer si te llega un sobre naranja

    Este tipo de cartas suele estar cuidadosamente redactado para parecer una notificación oficial. Utilizan palabras como “embargo”, “multa” o “cancelación de servicios” con el objetivo de generar preocupación y presionar a la víctima para que actúe con urgencia. Todo está diseñado para que parezca real, pero no lo es.

Ante este tipo de sobres sospechosos, lo más importante es no seguir ninguna de las instrucciones que contengan. No se debe llamar al número indicado, escanear códigos QR ni proporcionar datos personales. La mejor forma de actuar es contrastar la información directamente con la entidad supuestamente emisora, pero siempre a través de sus canales oficiales.

Si tras comprobarlo se confirma que es una estafa, lo recomendable es destruir la carta de inmediato. Y si persisten las dudas, lo mejor es contactar con la policía. Estos fraudes se cuelan en los buzones disfrazados de rutina, por lo que la clave sigue siendo la misma de siempre: desconfiar, comprobar y prevenir.

¿Qué busca esta estafa?

Las estafas tradicionales han encontrado una nueva forma de sorprender a las víctimas, especialmente a través de cartas que llegan directamente a los buzones de las casas. Estos sobres suelen estar diseñados para llamar la atención, con colores brillantes y frases alarmantes como “aviso urgente” o “última oportunidad”.

El objetivo de esta estrategia es claro: provocar una reacción inmediata. Los delincuentes buscan que la persona se sienta presionada por la urgencia del mensaje, incitándola a actuar de manera impulsiva. Este tipo de estafa juega con las emociones y la rapidez con la que solemos responder ante situaciones aparentemente críticas, llevando a la víctima a caer en la trampa sin un análisis más detenido.

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