Begoña Arregi y Juan José Ibarretxe: Así fue su romance “de toda la vida” entre juicios y pizza

La muerte de la mujer del lendakari ha marcado a la política española, y aunque la pareja siempre quiso ser discreta ante el ojo público su romance superó todos los problemas.

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Begoña Arregi y Juan José Ibarretxe: Así fue su romance “de toda la vida” entre juicios y pizza
Foto: Fundación Olaso Dorrea

La noche del domingo se vistió de luto luego de que se diera a conocer la muerte de Begoña Arregi a los 66 años de edad, esto luego de que pasara un largo tiempo enferma, sin que se dieran más detalles sobre su estado de salud. Allegados y personajes políticos inundaron las redes con sus mensajes de condolencias para la familia y a Juan José Ibarretxe, quien por años destacó su amor por su esposa.

La relación entre el lendakari y su mujer, superó todas las pruebas del amor y hasta de la justicia dentro del país Vasco, sin embargo su historia de amor se mantuvo en el mayor secreto, pero de vez en vez, las pequeñas muestras de afecto dejaron en claro que su relación era una de las más sólidas en el mundo de la política y hasta que la muerte cumplió su prometido de separarlos. Al menos por ahora.

¿Cómo fue la relación de Begoña Arregi y Juan José Ibarretxe?

Es muy poco lo que se sabe de la relación que Begoña Arregi y Juan José Ibarretxe mantuvieron a lo largo de los años, dejando en claro que la discreción era una de las bases más importantes de su matrimonio. Y que quedó más que claro ahora con la muerte de la mujer del lendakari, pues de la misma forma que su vida personal, casi nada se sabe sobre la enfermedad que la llevó a la muerte.

Las pequeñas muestra de amor entre ambos, los consolidaron como uno de los matrimonios más fuertes en el mundo de la política. Ambos se conocieron en Llodio, un bello pueblo Alavés que los vio nacer. Su relación fue conocida entre sus allegados como de novios “de toda la vida”.

Begoña logró mantenerse fuera de los escándalos y de la política, salvo por su recordado y espontáneo “ay, madre” que soltó frente a los reporteros en una tarde de frío invernal. Su principal tarea se mantuvo como administrativa en una fábrica de su pueblo natal y de dedicar todo su tiempo al cuidado de su familia y en especial de sus dos hijas.

Aunque no se involucró en la vida política, siempre fue el soporte de su esposo Juan José Ibarretxe, al aparecerse por casi una década en los mítines, pero siempre escondida en segundo plano. Le acompañó en sus viajes al extranjero, siendo su paseo por Londres el plan perfecto para celebrar su primer aniversario con una comida sencilla: pizza. Y por supuesto, no dudo ni un minuto en acompañarle durante el juicio por haberse reunido con Batasuna.

Fue el propio Ibarretxe quien declaró que era ella quien mantenía las raíces de su familia, e incluso en asegurar que él era el “despertador” de su esposa y sus dos hijas. Sus más allegados dejaron entrever que Begoña solía coger el auto para acompañar a su marido en su deporte favorito: las carreras ciclistas.

Aunque la historia de su amor logró mantenerse en casa, los pequeños gestos que tuvieron uno con el otro durante su larga trayectoria en el ojo público, dejó el claro que es una de las relaciones que se mantendrán unidas... aún después de la muerte.

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