Caos en las 3.000 Viviendas: policías atacados con sillas y botellas durante una fiesta

La Policía Local de Sevilla ha arrestado a dos personas tras los disturbios ocurridos durante la disolución de una fiesta.

Por:

Adonis Martínez

Terrible pelea en las 3.000 viviendas. Fuente: Policía local de Sevilla.

La Policía Local de Sevilla ha detenido esta madrugada a dos hombres por agredir a agentes que intentaban disolver una fiesta en la vía pública en las Tres Mil Viviendas, en el Polígono Sur. La celebración estaba generando molestias a los vecinos de la zona.

Fuentes municipales señalaron que, tras recibir varias llamadas poco después de la medianoche, los agentes se encontraron con alrededor de 80 personas en estado de embriaguez y tres altavoces de gran potencia que emitían música a alto volumen en plena calle.

El intento de disolución acabó mal

La Policía Local de Sevilla desplegó un dispositivo para disolver una fiesta en las Tres Mil Viviendas que causaba molestias vecinales. Mientras identificaban al organizador, varios asistentes comenzaron a lanzar hielos, botellas, piedras, sillas y mesas contra los agentes, hiriendo a algunos.

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    Dos hombres fueron detenidos, uno por agredir a un policía y otro por arrojar sillas, resistiéndose ambos durante el arresto. Las autoridades subrayan su compromiso de frenar este tipo de actos violentos y garantizar la seguridad en el área.

¿Por qué las 3.000 viviendas tienen tan mala fama?

Las Tres Mil Viviendas, en el Polígono Sur de Sevilla, tienen una reputación marcada por la pobreza, el desempleo y la exclusión social que afectan a gran parte de sus habitantes. Esta situación ha favorecido la aparición de actividades ilegales, como el tráfico de drogas, lo que ha contribuido a reforzar la percepción negativa del barrio.

A lo largo de los años, la falta de inversión en infraestructuras y servicios públicos ha agravado las condiciones de vida, generando un entorno precario y dificultades para la integración de sus vecinos en el resto de la ciudad. Además, desde los medios de comunicación solemos destacar los episodios de violencia y conflictos, y aunque son más comunes de lo que nos gustaría admitir, todo esto amplifica el estigma y deja en segundo plano los esfuerzos de muchas personas y asociaciones que trabajan por mejorar la comunidad.

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