¡Hay videos! Facinerosos estafaron a abuelos por más de 30.000 euros

La banda operaba por diferentes municipios de Madrid. Se le imputan 11 hechos concretos. Los detalles de un caso indignante.

Por:

Cristian Ortega Mahan

Agentes de la Guardia Civil han desarticulado una banda criminal especializada en el robo de tarjetas bancarias, con la que lograron defraudar más de 30.000 euros a través de extracciones de dinero y compras fraudulentas en diversas provincias.

La operación culminó con la detención de cuatro personas, quienes cometieron al menos doce delitos en localidades de Madrid, Albacete y Murcia.

El amplio radio de acción

El grupo, que operaba principalmente en municipios como Rivas Vaciamadrid, Tres Cantos, Becerril de la Sierra, Torrejón de la Calzada, Madrid capital y Parla, utilizaba un método muy específico para llevar a cabo sus robos.

La investigación, denominada Tarpuy, comenzó en mayo tras un incidente en el que una mujer de 65 años fue víctima de un “cambiazo” en un cajero automático de Rivas Vaciamadrid. Tras el robo, se realizaron cargos por un total de 2.500 euros en su cuenta bancaria.

El análisis de este suceso permitió a los agentes rastrear una serie de robos similares en otras provincias. Se identificó a la banda, que estaba compuesta por tres hombres y una mujer, con roles bien definidos dentro de la operación.

Dos de los miembros se encargaban de la vigilancia y de seleccionar a las víctimas, principalmente personas mayores o que se encontraban solas en los cajeros automáticos. Una vez identificada la víctima, el autor material del robo actuaba de manera rápida: se acercaba a la víctima, le decía que había dejado una operación abierta en el cajero y le pedía que introdujera nuevamente su tarjeta y PIN.

Aprovechando la confusión, cambiaba la tarjeta de la víctima por la suya propia y huía con el botín.

El grupo operaba con gran coordinación. Tras el hurto, se dirigían a un vehículo que los esperaba en las cercanías, donde un cuarto miembro del grupo les aseguraba la huida. Con las tarjetas robadas, realizaban múltiples extracciones y compras hasta que las tarjetas eran bloqueadas. Sin embargo, solían quedarse con ellas y las utilizaban para robar a más víctimas de la misma entidad financiera.

Este grupo criminal se mostró extremadamente activo, cometiendo varios delitos en un solo día en diferentes localidades, incluyendo las mencionadas en la Comunidad de Madrid, así como en Tobarra (Albacete) y Alguazas (Murcia).