¿Qué pasaría si Sánchez pidiera y perdiera una cuestión de confianza?

La petición formal de Puigdemont ha despertado las incógnitas entre el pueblo español.

Pedro Sánchez parece decidido a no someterse a la cuestión de confianza que Carles Puigdemont y Junts han puesto sobre la mesa. Aunque Junts haya llevado esta petición al Congreso, la realidad es que solo el presidente del Gobierno puede activar este mecanismo, y siempre tras una deliberación en el Consejo de Ministros.

Este instrumento, contemplado en el artículo 112 de la Constitución Española, permite al jefe del Ejecutivo plantear la cuestión “sobre su programa o sobre una declaración de política general”, dejando en manos del Congreso la decisión final.

La cuestión de confianza no requiere una mayoría absoluta para ser superada, sino una mayoría simple de votos favorables frente a los contrarios. Sin embargo, en un escenario hipotético, si Junts votara en contra o se abstuviera, Sánchez sería muy difícil superar la votación, especialmente considerando que tanto el PP como Vox votarían en bloque en contra de su continuidad. Este panorama político añade presión sobre el Gobierno, aunque, por ahora, Sánchez parece decidido a evitar esta jugada que pondría en peligro su liderazgo.

No es la primera vez que sucede esto en política

En septiembre de 1980, Adolfo Suárez, líder de la UCD, inauguró el uso de la cuestión de confianza en España. Sin mayoría absoluta en el Congreso, Suárez decidió recurrir a este mecanismo para consolidar el apoyo de la cámara en medio de una grave crisis económica y avanzar en el desarrollo de la recién aprobada Constitución. Logró 180 votos a favor, superando incluso los 168 que había conseguido en las urnas, saliendo victorioso de la votación. Sin embargo, su triunfo fue breve, ya que presentó su dimisión apenas cuatro meses después.

Diez años más tarde, Felipe González, entonces líder del PSOE, volvió a utilizar esta herramienta. En abril de 1990, tras las elecciones generales de octubre del año anterior, González decidió someterse a una cuestión de confianza para despejar las dudas que habían surgido en torno al proceso electoral. Las acusaciones de irregularidades y los recursos presentados por el PP en varias circunscripciones llevaron al socialista a buscar un respaldo renovado del Congreso, a pesar de que el PSOE estaba solo un escaño de la mayoría absoluta. Como era de esperar, superó la votación y consolidó su posición política en un momento de alta tensión.

¿Qué sucedería con Pedro Sánchez si perdiera la moción de confianza?

Si Pedro Sánchez perdiera una cuestión de confianza en el Congreso de los Diputados, se activaría el procedimiento establecido en el artículo 112 de la Constitución Española. Según este artículo, si el presidente del Gobierno no logra el respaldo necesario de la cámara baja, está obligado a presentar su dimisión al Rey.

A partir de ese momento, el Rey, tras consultar con los representantes de los grupos políticos, propondría un nuevo candidato a la presidencia del Gobierno. Este tendría que someterse a un debate de investidura en el Congreso, siguiendo el procedimiento del candidato establecido en el artículo 99 de la Constitución. En caso de que no se lograra investir a un nuevo presidente en el plazo de dos meses, se convocarían automáticamente nuevas elecciones generales.