Óscar Sánchez Gil: una empresa fantasma, inversiones en VTC y una vida de lujo que llevó a la caída de su esposa y su cuñada

El exjefe de la UDEF en Madrid amasó una importante fortuna a escondidas al blanquearla en distintos emprendimientos que involucró a su esposa y su cuñada.

Por:

Luciana Godoy

Hasta hace muy poco, el nombre de Óscar Sánchez Gil, era poco conocido en toda España, a pesar de haber sido condecorado en la Policía Nacional o cuando dirigió la llamada Operación Titella, una red de estafas financieras por la que estuvo preso el conocido ventrílocuo y productor de espectáculos José Luis Moreno. Ahora, el efectivo pasó a estar en el centro de la escena cuando fue detenido y enfrenta graves acusaciones relacionadas con delitos de narcotráfico, cohecho y blanqueo de capitales, producto de su colaboración con una poderosa organización narcotraficantes. Ahora, trascendió que su cuñada también fue detenida.

Sánchez Gil habría estado utilizando una empresa de Toledo como tapadera para recibir la mercancía y blanquear el dinero de la droga. Así fue como también fue señalada su cuñada, que tendría decenas de licencias de VTC (coches con conductor que se explotan a través de aplicaciones como Uber y Cabify) que habrían dado cobertura a esta red de blanqueo. Generando un millonario patrimonio.

La caída de la esposa y la cuñada de Sánchez Gil

En su profesión no solo había aprendido el buen orden y cómo proteger a la ciudadanía, sino que también conocía cuáles eran los recovecos para facilitar las maniobras del crimen organizado y, además, como un plus, blanquear el dinero en negro obtenido por su colaboración con la red narco.

Sánchez Gil había adquirido decenas de licencias de VTC (vehículo de transporte con conductor). Algunas estaban a nombre de su pareja y 70 estaban a nombre de su cuñada, motivo por el cual fue detenida.

Es que la mujer había creado la primera empresa dedicada al negocio de las VTC, pero, en realidad, albergaba la actividad legal de una gestora de licencias con conductor de terceros.

“La policía se presentó aquí el jueves para requisar más de 80 coches y desde entonces estamos intentando procesar lo que ha pasado”, declaró el responsable de la empresa a un medio. En la sede se operaban algunas de las licencias y vehículos que manejaba la cuñada del inspector jefe corrupto. Actualmente, el precio de las VTC, cuyos anuncios de compraventa se sitúan en el entorno de los 120.000 o 140.000 euros.

La empresa “fantasma”

Óscar Sánchez Gil tiene 45 años y vivía en una modesta casa con su esposa, Vilma Janet, y sus dos hijos adolescentes. En el momento de la detención todo el grupo familiar estaba durmiendo y fueron sorprendidos por sus compañeros de la fuerza que destaparon la doble vida de la familia.

Autos de lujos y millones escondidos fueron lo que primeramente descubrieron, luego los investigadores revelaron que Gil tenía una empresa con su esposa sin empleados, pero que conseguía un cuantioso dinero.

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La compañía se llamaba Abadix Fruits y fue montada en 2018, tres años después logró facturar unos 600 mil euros por año. A pesar de ser solo un galpón donde supuestamente se guardaba la mercadería y no tener ningún empleado para que los ayudara.

El año pasado, la facturación de Abadix llegó a los 5,6 millones. Sin embargo, sería el mismo negocio el que los haría caer, ya que el pasado 14 de octubre, uno de los contenedores con bananas de primera calidad que Miguel y Vilma estaban ingresando a España por el puerto de Algeciras desde Guayaquil, Ecuador, el escáner Medusa de la Agencia Tributaria fue incautado y se descubrió trece toneladas de cocaína, el decomiso más grande que se haya realizado en España hasta ahora y el segundo mayor detectado en toda Europa.

¿Quién es Óscar Sánchez Gil?

Óscar Sánchez Gil se desempeñaba hasta su detención como jefe de la Unidad de Delitos Económicos y Fiscal (UDEF) de Madrid, su labor era investigar el blanqueo de capitales y las redes del crimen organizado. Paradójicamente, ha sido acusado de colaborar con organizaciones de tráfico de drogas que introducían grandes cantidades de cocaína en España.

Aunque no ostentaba el estilo de vida lujoso típico de otros narcotraficantes, a quienes se les incautaron coches de alta gama como Lamborghinis y BMW, Óscar Sánchez Gil ocultaba un oscuro secreto. Durante el registro de su domicilio en Alcalá de Henares, compartido con su pareja y también detenida en la operación, los agentes descubrieron 20 millones de euros escondidos en las paredes de la casa. Además, en su despacho en la Jefatura Superior de Policía, encontraron otro millón de euros en efectivo, una suma que levanta aún más sospechas sobre sus actividades.