Detenida una familia que captaba jóvenes para cometer asesinatos fuera de España

Los detenidos son una familia compuesta por una pareja y su hijo de 15 años, quienes presuntamente lideraban la célula criminal.

Por:

Adonis Martínez

Una familia compuesta por tres miembros ha sido arrestada bajo sospecha de liderar una célula criminal que, según informes, reclutaba a menores de entre 13 y 14 años a través de redes sociales para cometer asesinatos en Suecia y Dinamarca. Según ha podido confirmar este medio, operaban desde un piso en una urbanización de Sant Joan.

La investigación, de carácter internacional, llevó a los agentes hasta esta vivienda, donde este pasado miércoles 6 de noviembre, alrededor de las 11 de la mañana, más de diez agentes del GOES (Grupos Operativos Especiales de Seguridad), junto a fuerzas internacionales, realizaron una redada en el complejo residencial.

Así fue la intervención

Tras la irrupción en la vivienda, los investigadores subieron las escaleras hasta el apartamento en la segunda planta, alquilado por los sospechosos. Allí, derribaron la puerta y arrestaron a un matrimonio ya su hijo de 15 años, todos de nacionalidad sueca, quienes presuntamente lideraban la célula criminal. El perro de la familia, considerado de raza peligrosa, quedó como cargo de una protectora de animales.

Según contaron varios residentes a este medio, los detenidos “se mantenían distantes y no se relacionaban” con los vecinos. Los investigadores también clausuraron el canal de Internet a través del cual captaban a menores vulnerables, y actualmente trabajan en la identificación de otros posibles miembros de la red, según informó la Oficina Europea de Policía (Europol) en declaraciones recogidas por medios escandinavos.

Así describen a los detenidos

Además, el detenido está bajo sospecha de haber amenazado de muerte a una madre, exigiéndole un pago de más de 50.000 coronas suecas, tras descubrir que su hijo había solicitado un arma. Estos métodos de extorsión, según las mismas fuentes, también habrían sido empleados contra otro padre, a quien presionó de manera similar. Las autoridades consideran estas coacciones como parte de una red más amplia de actividades criminales que operaba con amenazas y violencia, aprovechándose de la vulnerabilidad de familiares para obtener el dinero.