Escándalo en la Policía Nacional: jefe cae con 20 millones de euros que no puede justificar

El efectivo comenzó a “ganar” tanto dinero que no le alcanzo el tiempo para blanquearlo y lo guardó en su vivienda y en la oficina. También cayó su pareja, que es policía.

Por:

Luciana Godoy

Fuente: Producción La Península ES/Policia Nacional.

Un verdadero escándalo se destapó cuando el inspector jefe Unidad de Delitos Económicos y Fiscal UDEF de Madrid quedó detenido, luego de no poder justificar la impactante suma de 20 millones de euros. El mismo destino corrió su esposa, también agente de la Policía Nacional, que estaba destinada en la comisaría de Alcalá de Henares, y otras 13 personas más.

El jefe policial es Óscar Sánchez Gil y fue acusado de tener 20 millones de euros ocultos en el chalé de su pareja en Alcalá de Henares (Madrid), producto de su colaboración con una poderosa organización narcotraficantes, según las primeras investigaciones. Asimismo, también se incautaron 13 toneladas de cocaína en Cádiz, lo que rompió el récord de este tipo de operaciones.

Asimismo, también hubo una operación policial en Algeciras en la que se intervino otras 13 toneladas de cocaína.

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Tanto dinero que no pudo blanquearlo

    Gil comenzó a “ganar” tanto dinero que no le alcanzo el tiempo para blanquearlo, manifiestan una de las conjeturas que persiguen los agentes que no salen de su asombro, tras descubrir que incluso había un millonario botín escondido en el cajón de su despacho de la Jefatura Superior de Madrid y 20 millones de euros estaban emparedados en su casa. La investigación duró cuatro años y pusieron en el centro de la escena al efectivo que estaba vinculado con una red empresarial utilizada para blanquear importantes sumas de dinero.

La organización operaba en dos líneas principales. La primera, centrada en Barcelona, se dedicaba al lavado de dinero proveniente de narcotraficantes establecidos en los Países Bajos. Para ello, la red utilizaba las empresas fachadas que creaban, a través de las cuales podían solicitar préstamos millonarios o hacer facturación cruzada para ocultar el origen ilícito de los fondos.

A su vez, la organización también dependía de la colaboración de empleados de entidades bancarias, quienes recibían sobornos a cambio de facilitar líneas de crédito amplias. Estas líneas de financiación incluían tanto las concedidas por el ICO durante la pandemia como aquellas destinadas a apoyar la actividad comercial internacional.

En todo este entramado, el inspector jefe Óscar Sánchez era el hombre de confianza de los narcotraficantes y quien facilitaba y propiciaba la entrada de droga. Es decir, les ofrecía un servicio de cobertura policial para que no tuvieran inconvenientes.

En ese sentido, las dos únicas funciones fueron alertar a sus cómplices de si había una empresa exportadora o importadora española en el punto de mira de algún Cuerpo como avisar para que los narcos desviaran su mercancía y colaran enormes cantidades de cocaína en medio de contenedores con menos carga que les valía la pena perder a manos de los agentes.

La reacción de la Policía Nacional

Los efectivos policiales no salen de su asombro al conocer la verdadera identidad de su jefe y el de su esposa, que también trabajaba en el cuerpo. La conmoción en la Policía con la detención de Óscar Sánchez es total. Uno de sus antiguos jefes afirma que nunca sospechó de él, que su comportamiento era impecable y que era apreciado por los subordinados. Era reservado, eso sí, y le gustaba hablar poco. Normal.

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