Voluntarios en Valencia: “Nosotros compramos los articulos de limpieza y luego se los donamos a los vecinos”

Una larga fila de españoles toman las calles con palas, bolsas y guantes, están para ayudar a sacar la región adelante, tras el paso de La Dana.

Los devastadores acontecimientos que generó el paso de la DANA en Valencia generó una rápida reacción de los españoles. Los voluntarios son cientos, vienen de distintos lugares del país y están dispuestos a ayudar a los más necesitados. Van en grupos y en autos particulares, ya que los colectivos que dispusieron las autoridades son escasos.

“Lo hacemos para aportar un granito de arena, nos damos cuenta de que por ahí uno sólo no hace mucho, pero al hacerlo todos juntos sí. Además, te llena el alma, ver una sonrisa o escuchar un gracias”, contó Marina Salazar a la Peninsula Es, tras haber vivido de cerca la DANA.

Organizados y dispuestos a sacar una región que fue arrasada en pocas horas por el barro y el agua, los voluntarios, en su mayoría adolescentes y jóvenes, no temen ensuciarse y con gran disposición invierten su tiempo y dinero en limpiar lo que el fenómeno meteorológico dejó.

“Nosotros compramos las palas, los artículos de limpieza, guantes y barbijos porque el Gobierno no te da nada”, explicó Valentina Gutiérrez, una argentina que vive hace varios años en el centro de Valencia y trabaja como voluntaria a estas horas.

Ayudar a sacar una región del lodo

En las imágenes que fueron publicadas en nuestro sitio se puede ver a cientos de voluntarios dirigirse a los lugares en donde la DANA, llamada así por las siglas de la Depresión Aislada en Niveles Altos, pasó con violencia arrasando con su paso, viviendas, autos y varías víctimas, algunas que murieron trágicamente y otro tanto que están desaparecidas.

Son miles de personas las que están dispuestas a ayudar de forma desinteresada, incluso se ha visto también participar a varios famosos como: Miguel Ángel Silvestre, Aitana, Rozalén, Lola Índigo, Ana Mena. “De esta salimos todos”, manifestó Néstor Guzmán, que hace varios días divide su tiempo entre su trabajo y la limpieza de calles.

Carmen Rosales contó alegre a la Península ES que “todos los que estábamos en el chino para comprar y era para adquirir productos, para ir a limpiar”.

En esa misma línea, Valentina, explicó que en un principio llevaban palas, bolsas, guantes para escarbar la tierra y los escombros para volver a poner en funcionamiento, calles, escuelas, centros de salud y viviendas. “Cuando terminamos de usarlas, se las dejábamos a ellos para que las tuvieran, pero tiempo después nos pidieron que traigamos artículos de limpieza”.

El desinterés y el compromiso social se destaca en los voluntarios. Sin embargo, también en ellos hay un sentimiento de rencor hacia las autoridades gubernamentales: “Cuando vieron que íbamos en masa a ayudar, nos pusieron micros para que nos organizáramos, pero te llevaban a los centros comerciales a limpiar y la gente se empezó a bajar”, reclamó Carmen.

A esas críticas se le suman también que no les han proporcionado elementos para limpiar y señalaron que la gente está muy expuesta a contraer distintos tipos de enfermedades.

Las enfermedades que pueden salir del lodo

Semanas después del paso de la DANA, el barro y el agua comenzaron a pudrirse y así un olor desagradable comenzó a salir. “Vamos protegidos, con todo el cuerpo cubierto, botas y usamos dos guantes en cada mano, aun así, sabemos que podemos enfermarnos”, señaló Ernesto otro voluntario del grupo.

En esa misma línea, Valentina aclaró que aún no han informado sobre alguna propagación de enfermedades, pero no le extrañaría que hubiera una epidemia debido a la contaminación que hay en el lugar.

“Yo tengo una beba de 2 años y mi hija de 18 sale todos los días a limpiar el barro. Me asusta que pueda traer alguna enfermedad, pero ¿Cómo le digo que no lo haga?”, comentó Gladys Herrera.

Valencia fue arrasada por el lodo, el agua y la tristeza. Sin embargo, de a poco, todo va quedando como un mero hecho traumático debido a que en esas regiones comenzó a emanar una luz de solidaridad desinteresada que pronto acabara con la oscuridad.