Así vivió este vecino la DANA en Barcelona: “en mi ciudad se hicieron balsas de agua, y en pasos bajos se inundaron las carreteras”

Varios vecinos de Barcelona relatan el impacto de la DANA en sus barrios: calles convertidas en balsas de agua y pasos bajos completamente anegados, dejando una ciudad irreconocible tras las fuertes lluvias.

Los vecinos de Barcelona han sido testigos de cómo la DANA transformó sus barrios en un abrir y cerrar de ojos, dejando calles anegadas y pasos bajos convertidos en auténticos embalses. La tormenta ha causado estragos en infraestructuras y vehículos, mientras la vida cotidiana de los residentes se ha visto alterada por la fuerza de las inundaciones.

Aunque las previsiones para los próximos días apuntan a un descenso en el nivel de alerta, los meteorólogos advierten que las lluvias podrían persistir en la región. La experiencia vivida por los vecinos resalta la vulnerabilidad de la ciudad ante fenómenos climáticos extremos, que pese a que no se pueden comparar a Valencia, no quedó libre de inundaciones.

Cornellà, una de las zonas más afectadas

Isarn Batllés recuerda cómo comenzó la jornada en Sant Feliu de Llobregat durante el paso de la DANA. “Recibimos un aviso a las 9 menos cuarto de la mañana”, comenta, detallando cómo la tormenta ya llevaba horas instalada en la ciudad, con lluvia, fuertes ráfagas de viento y aparato eléctrico que habían comenzado desde la madrugada. La intensidad del temporal se reflejó rápidamente en las calles de Sant Feliu: “En mi ciudad se hicieron balsas de agua, y en pasos bajos se inundaron las carreteras y los accesos a la B23, hacia Barcelona”.

Ubicado en el corazón del Baix Llobregat, entre Molins de Rei y Cornellà, y con la Sierra de Collserola y el río Llobregat como límites naturales, Sant Feliu estaba especialmente expuesto a las crecidas. Según Batllés, “el mayor peligro lo veíamos en la riera Pahissa… por si se desbordaba, porque el Llobregat, que lo tenemos al lado, creció, pero nunca tuvimos sensación de peligro”.

A pesar de la amenaza que representaban las crecientes aguas de la riera y del río, la situación en Sant Feliu se mantuvo bajo control, aunque el temporal dejó en evidencia la vulnerabilidad de algunas infraestructuras ante fenómenos climáticos de tal magnitud.

Otros vecinos del Prat tuvieron que achicar agua en casa

Kevin, un amigo que reside en Barcelona, me expresó la situación de unos conocidos, y me trasladó cómo vivieron la DANA desde Barcelona: “Lo de casa fue algo momentáneo. Lo que hicimos fue romper la rejilla del desagüe del patio para que tragase el agua, pero no hubo nada afectado.”

La DANA no ha sido tan terrible como en Valencia (Y menos mal), pero ha dejado imágenes de grandes charcos, algunas inundaciones, y la previsión meteorológica augura que las lluvias regresarán, esperemos que sin grandes daños causados.