¿Habrán represalias contra los trabajadores del transporte en huelga?

Más de 80.000 trabajadores detuvieron sus servicios este lunes. ¿Recibirán algún tipo de castigo por parte de los empresarios?

Por:

Nicolas Lafferriere

La huelga de transporte ha dado comienzo durante el 28 de octubre. El movimiento encabezado por la Unión General de Trabajadores y Comisiones Obreras afectará la movilidad de los ciudadanos, además de tambalear una parte crucial de la economía española. ¿Qué consecuencias puede traer a los manifestantes?

El derecho a huelga en España

Como ocurre en cualquier manifestación laboral, los empleados que participan en la huelga del 28 de octubre esán protegidos por la constitución española de 1978. La ley ampara a los trabajadores siempre que sus manifestaciones sean convocadas dentro de los marcos legales, como es el caso de la actual protesta del sector del transporte.

El primer párrafo del artículo 28 de la constitución española de 1978 garantiza el derecho a huelga para los ciudadanos bajo los siguientes términos: “Todos tienen derecho a sindicarse libremente. La ley podrá limitar o exceptuar el ejercicio de este derecho a las Fuerzas o Institutos armados o a los demás Cuerpos sometidos a disciplina militar y regulará las peculiaridades de su ejercicio para los funcionarios públicos”.

“La libertad sindical comprende el derecho a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección, así como el derecho de los sindicatos a formar confederaciones y a fundar organizaciones sindicales internacionales o a afiliarse a las mismas. Nadie podrá ser obligado a afiliarse a un sindicato. Se reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores para la defensa de sus intereses. La ley que regule el ejercicio de este derecho establecerá las garantías precisas para asegurar el mantenimiento de los servicios esenciales de la comunidad”.

¿Los empleados de transporte serán castigados?

Las leyes a favor de la huelga aseguran que los trabajadores no pueden ser despedidos ni sancionados por su participación. Esta protección garantiza que los empleados que decidan sumarse a la huelga no sufran represalias por parte de sus empleadores, además de impedir que sea una causa para aplicar medias disciplinarias a largo plazo.

Los trabajadores tampoco podrán ser suspendidos durante la huelga, aunque existe una situación de “suspensión temporal” por la que no podrán percibir su salario. El empleador no puede tomar ninguna otra medida que afecte al vínculo contractual del trabajador.

Por último, los participantes de una huelga gozan de otros derechos, como los piquetes informativos o la asistencia sanitaria y prestaciones en caso de problemas de salud. Dado que la huelga del 28 de octubre se extiende a lo largo de seis días, algunos empleados podrían encontrarse en esta situación.