El rey reprendió a la Princesa de Asturias en el desfile del Día de la Fiesta Nacional

El rey Felipe llamó la atención a su hija cuando debían poner la corona de laurel en la bandera de España.

En medio de una torrencial lluvia se realizó el acto real por el Día de la Fiesta Nacional y en la tribuna rea se encontraban presentes los reyes Felipe VI y Letizia, la princesa Leonor y diversas personalidades. En el palco se podía ver el orgullo el rey por la actuación de la futura heredera al trono de España. Sin embargo, un particular gesto llamó la atención de todos cuando padre e hija debían entregar la corona de laureles. La tormenta obligó a suspender el desfile aéreo.

Una gran incomodidad se podía ver en la familia real que estaba empapada presidiendo el desfile. La reina, Leticia, fue la primera que retrocedió y se resguardó del aguacero, mientras el rey y la Princesa de Asturias mantuvieron su lugar con una gran sonrisa.

El toque de atención del rey

Sin dudas, una de las protagonistas fue la princesa Leonor, que supo manejar y resolver con gran profesionalismo la lluvia que caía sobre ella. Sin embargo, su inexperiencia le valió un “toque de atención” que le hizo su padre, el rey, cuando ambos bajaban de la tribuna para colocar la corona de laurel en la bandera de España en conmemoración a los militares caídos.

El rey Felipe le tuvo que pedir a la Princesa de Asturias que diese un paso atrás y se colocase detrás de él para poder volver juntos a la plataforma junto a la reina Letizia y las autoridades. La situación quedó como una anécdota, ya que la Princesa de Asturias se manejó con total profesionalidad y madurez durante todo el evento, a pesar de estar completamente empapada.

Los reyes fueron tendencia en las redes sociales

La lluvia ha dejado imágenes que han sido muy comentadas en las redes sociales. La primera es la del rey Felipe VI empapado durante el desfile. Los usuarios no han tardado en compartir la foto, donde se puede observar como el traje del rey estaba completamente mojado. Asimismo, también llamó la atención la actitud de la reina, que miraba sorprendida el aguacero.

Una vez que finalizó el desfile, la familia real se resguardó en sus vehículos y partieron rumbo al palacio real para realizar el beso de manos.