Las polémicas de Julián Muñoz, ex de Isabel Pantoja, a lo largo de sus 76 años

El fallecimiento del ex alcalde de Marbella trajo a colación sus momentos más infames. ¿Qué crímenes lo llevaron a la cárcel por una extensa temporada?

La mañana del martes dejó una sorpresiva noticia como es la del fallecimiento de Julián Muñoz a sus 76 años de edad. El ex concejal y alcalde de Marbella batalló con un cáncer de pulmón que llevaba padeciendo desde hacía un tiempo. A pesar de su partida, su infamia en el ámbito político y social sigue intacta desde hace más de dos décadas.

La carrera política de Julián Muñoz

Un punto de partida para entender la carrera política de Julián Muñoz es 1991, año en que se afilió al Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Fue Jesús Gil quien le brindó un empujón hacia el puesto de concejal, ocupando el puesto seis de la lista electoral en 1991, número tres en la de 1995, y número dos en 1999.

Su papel como Concejal duró tres ciclos completos, y contó con un suceso inusual que lo mantuvo en una posición mucho más alta. Tras la dimisión de Jesús Gil en 2002 por su papel en el Caso Camisetas, Julián Muñoz fue seleccionado para desempeñar las funciones de Alcalde de Marbella.

Su papel como alcalde se extendió hasta las elecciones de 2003, donde dejó a un lado la candidatura a concejal y se enfocó en convertir su papel provisorio en uno electo. A pesar de haber recibido la mayoría absoluta, Muñoz perdió la alcaldía en agosto tras una moción de censura por parte de su propio partido.

Julián Muñoz en el Caso Malaya

En julio de 2006, Julián Muñoz fue detenido por su papel en el Caso Malaya, la tramas de corrupción más importante que ha sido descubierta en España. El ex alcalde fue condenado en varios casos por cohecho, malversación de fondos públicos y prevaricación urbanística tras haber concedido licencias ilegales durante los Gobiernos municipales del Grupo Independiente Liberal (GIL).

Julián Muñoz acumuló una condena de 22 años de prisión. Los primeros dos los pasó entre 2006 y 2008 por las condenas urbanísticas antes mencionadas. En 2013, recibió una sentencia de siete años y medio por prevaricación, y otra de dos años por delitos de fraude.

Su salud desmejoró mientras estaba encerrado, viéndose obligado a realizar visitas médicas en 29 ocasiones solo en su último año preso. En 2016, abandonó la cárcel y cumplió su régimen penitenciario de tercer grado en el Centro de Inserción Social Manuel Montesinos Molina de Algeciras, donde residió hasta su muerte durante la madrugada del martes.