Después de meses de espera y especulaciones, finalmente se ha hecho oficial: este jueves, el juez del Tribunal Provincial de Samui, en Tailandia, ha condenado al español Daniel Sancho a cadena perpetua por el asesinato, desmembramiento y robo del pasaporte del cirujano colombiano Edwin Arrieta. Según el juez, la condena, originalmente pena de muerte, fue reducida a cadena perpetua debido a la colaboración de Daniel Sancho durante el proceso. El hijo del actor Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo será trasladado a otra prisión, dejando atrás el centro penitenciario de la isla de Samui, donde ha estado recluido desde el 7 de agosto de 2023. Su próximo destino será la prisión de Surat Thani, la provincia a la que pertenece Samui, aunque el traslado no se llevará a cabo de inmediato. En las próximas semanas, Sancho se despedirá de la prisión de Samui, donde ha estado recluido durante poco más de un año. Aunque inicialmente se pensaba que el hijo de Rodolfo Sancho sería trasladado a la prisión de Bang Kwang, una cárcel de máxima seguridad en Bangkok, famosa por ser una de las más peligrosas del mundo, parece que finalmente será reubicado en la prisión provincial de Surat Thani, en donde según cuentan, podrá seguir escribiendo un libro True Crime sobre el caso. A pesar de ser un centro penitenciario provincial, la prisión de Surat Thani no está exenta de dificultades. Las condiciones allí son considerablemente más duras que en Koh Samui, donde Daniel Sancho había logrado establecer ciertas rutinas. En esta cárcel, es común que se realicen registros policiales, que a menudo dejan a los presos semidesnudos y las celdas completamente revueltas. Además, se enfrentan a problemas frecuentes como redadas por posesión de drogas, incautación de materiales prohibidos y episodios de violencia protagonizados por reclusos altamente conflictivos. En este centro se encuentran recluidos reos condenados a cadena perpetua o pena de muerte por delitos “muy graves”, como tráfico de armas o estupefacientes. De acuerdo con el informe nacional de correccionales del país, la prisión de Surat Thani alberga aproximadamente a 5.400 prisioneros, más del doble de su capacidad, lo que complica enormemente cualquier actividad para los internos. Entre las restricciones, se incluye la imposibilidad de contacto físico y la limitación de las visitas a familiares con parentesco de consanguinidad.