Mujer es estafada en 30.000 euros a través de un engaño por WhatsApp

La víctima fue manipulada para realizar hasta 6 transferencias. Familiares se quejaron ante el banco por los envíos “inmediatos” sin mediar ninguna medida de seguridad.

Por:

Cristian Ortega Mahan

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El engaño vía WhatsApp es de las más comunes de las ciber estafas. Fuente: Canva - La Península

Las ciberestafas a menudo comienzan con un delito de suplantación de identidad, en el que un delincuente se hace pasar por una persona conocida de la víctima para ganarse su confianza. Un reciente caso ha puesto de manifiesto la sofisticación de estas estafas: una mujer ha denunciado que su suegra fue engañada por un estafador que se hizo pasar por su propio hijo, logrando sustraer más de 30.000 euros.

La mujer fue engañada por un hombre que se hizo pasar por su hijo. Fuente: Canva/Península

“Hola mamá, esta es mi nuevo teléfono”

Todo comenzó con un mensaje de WhatsApp de un número desconocido que se presentaba como un nuevo teléfono del hijo de la víctima: “Hola mamá, este es mi nuevo teléfono”. Según la denunciante, el engaño fue especialmente efectivo debido a que el suplantado había tenido problemas con su teléfono, lo que hizo que la víctima aceptara sin dudas la autenticidad del mensaje.

Los mensajes del supuesto hijo eran cálidos y familiares, con el fin de hacer que la víctima creyera que realmente estaba hablando con su hijo. El estafador comenzó a pedir ayuda bajo el pretexto de que necesitaba pagar unos recibos, pero no podía acceder a la aplicación del banco. Así, solicitó una transferencia de 3.800 euros, prometiendo devolver el dinero pronto.

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    Como es habitual en estos casos, el estafador aceleró el proceso para evitar que la víctima tuviera tiempo de cuestionar la solicitud. Argumentó que, si no se hacía la transferencia rápidamente, se enfrentarían a altos intereses. Primero intentó que la víctima realizara la transferencia en línea. Cuando esto no fue posible, le dijeron que recibiría la ayuda de un “gestor del BBVA” para orientarla, aunque en realidad el supuesto gestor era cómplice del estafador.

Al no poder realizar la transferencia online, la mujer acudió personalmente a Caixa Popular, donde hizo dos transferencias a cuentas diferentes bajo el nombre de “María José Fernández”, como le solicitó el estafador. Sin embargo, la situación no terminó ahí. El delincuente volvió a exigir otra transferencia, esta vez de 10.300 euros. La mujer, al no tener suficiente dinero, empezó a retirar fondos también de la cuenta de su hijo, de la que ella era autorizada.

¿Negligencia del banco?

La familia de la víctima ha criticado la negligencia del banco en este proceso. Asegura que el trabajador de Caixa Popular que atendió a la mujer no solicitó ninguna confirmación ni consultó a un superior antes de autorizar las transferencias. Aunque el empleado podía ver que las cuentas de destino pertenecían a bancos distintos y debería haber detectado la posible estafa, no tomó medidas ni informó a la víctima sobre el riesgo de suplantación de identidad.

El estafador continuó exigiendo transferencias adicionales, hasta llegar a un total de más de 30.000 euros. Cuando se realizó una sexta transferencia, ya no quedaba dinero en las cuentas. La familia, al darse cuenta del fraude, se dirigió a la comisaría para denunciar la situación, destacando la falta de protocolos de seguridad por parte del banco.

Las autoridades han indicado que las cuentas de destino probablemente eran cuentas mula, utilizadas para recibir y transferir dinero fraudulento. Cuando estas cuentas son detectadas como fraudulentas, el dinero suele haber salido del país mucho antes de que se pueda recuperar.

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