Muere niña española por una extraña alergia a la leche

El fallecimiento de una niña de 10 años el pasado 4 de agosto ha conmocionado al concejo de Coaña, en Asturias.

Por:

José Banco

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Asturias, Madrid. Fuente: Pexels

La causa ha sido la ingesta de algún alimento o bebida con proteína de la leche, una molécula a la que la pequeña, residente en Madrid, tenía alergia. Al producirse el contacto, la niña sufrió un shock anafiláctico, una reacción adversa en la que el cuerpo libera una serie de sustancias -como la histamina- que constriñen las vías respiratorias, provocándole un paro cardíaco.

Los equipos de emergencia actuaron con gran rapidez y las maniobras de reanimación fueron iniciadas por una unidad UVI móvil del SAMU en pocos minutos, dentro del domicilio de sus abuelos. Era allí donde se encontraba pasando unos días de vacaciones. Tras esta primera intervención, fue intubada e inmediatamente transportada al Hospital comarcal de Jarrio. Una vez estabilizada en dicho centro, fue de nuevo trasladada al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde sería atendida en mejores condiciones en la UVI pediátrica. Pese a ello, y a los esfuerzos realizados por parte del personal sanitario, resultó imposible salvarla.

La mejor forma de prevenir un shock anafiláctico es evitar las sustancias que causan esta reacción grave. Fuente: Pexels

Un caso extremo en una alergia frecuente

La Alergia a la Proteína de la Leche de Vaca (APLV) es un trastorno bastante común dentro de las reacciones inmunológicas frente a los alimentos, especialmente manifestada en niños y niñas en edad lactante. Se produce debido a una respuesta anormal del sistema inmunológico frente a las proteínas de la leche que, en primera instancia, proviene de la leche del pecho materno. La reacción puede ser inmediata, como ocurre generalmente, pero también tardía, si bien es cierto que en cualquier caso los síntomas no suelen conllevar un peligro mortal. Los más habituales son, el picor en boca y paladar, las ronchas en la piel, rinitis o conjuntivitis, problemas respiratorios o una crisis asmática. Solo en los casos más graves se puede desarrollar un shock anafiláctico.

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Además, con ayuda de un tratamiento la APLV es superada por un gran porcentaje de niños que la padecen a esta temprana edad, manteniendo una incidencia de solo un 1% entre los niños mayores de cinco años. Sin embargo, como los síntomas son diversos, así como la velocidad con la que se manifiestan, su diagnóstico es más difícil de lo habitual. Hasta el momento, se desconoce si la familia de la niña fallecida tenía constancia de la alergia.

Con todo, aún en el caso de que se tuviera conocimiento de la afección, el peligro de sufrir una reacción adversa seguía estando presente. La proteína de la leche no solo se encuentra en los lácteos y sus derivados, sino que se utiliza en la elaboración de muchos otros alimentos. Por ello, se recomienda siempre a quienes padecen APLV y su entorno que presten atención a los etiquetados.

La proteína de la leche no es lo mismo que la lactosa

Un error frecuente en relación a la APLV es confundirla con la intolerancia a la lactosa. Esta última se debe a una incapacidad del cuerpo de digerir un determinado componente de un alimento, en este caso, un azúcar natural presente en los lácteos. Esto se debe a un déficit de enzimas, y no a una respuesta inmunitaria, por lo que los síntomas suelen ser mucho más leves y de carácter digestivo.

La alergia a la leche se produce cuando el sistema inmunitario reacciona de forma desproporcionada a las proteínas de la leche. Fuente: Pexels

Prevención

La mejor forma de prevenir la anafilaxia es evitar las sustancias que causan esta reacción grave. Hay otras cosas que pueden ayudar, como las siguientes:

· Usa un collar o una pulsera de advertencia médica para indicar que eres alérgico a un medicamento específico u otras sustancias.

· Ten disponible un kit de emergencia con medicamentos recetados en todo momento. El proveedor de atención médica puede aconsejarte sobre el contenido. Si tienes un autoinyector de epinefrina, comprueba la fecha de caducidad y asegúrate de renovar la prescripción antes de que caduque.

· Asegúrate de alertar a todos los proveedores de atención médica sobre las reacciones que hayas tenido a algún medicamento.

· Si eres alérgico a los insectos que pican, ten cuidado con ellos. Usa camisas de mangas largas y pantalones largos, no camines descalzo por la hierba, no uses colores llamativos, no uses perfume, colonias ni lociones perfumadas, y no bebas de latas de gaseosa abiertas al aire libre. Mantén la calma cuando estés cerca de un insecto que pica. Aléjate lentamente y no aplastes al insecto con las manos.

· Si eres alérgico a alimentos, lee atentamente las etiquetas de todos los alimentos que compres o consumas. Los procesos de elaboración pueden cambiar, por eso es importante que vuelvas a controlar periódicamente las etiquetas de los alimentos que consumes habitualmente.

Cuando salgas a comer, pregunta cómo se prepara cada plato y averigua qué ingredientes contiene. Incluso una pequeña cantidad del alimento al que eres alérgico puede causarte una reacción grave.

Prepárate

Aunque seas cuidadoso, en algún momento, es posible que te expongas a algún elemento al cual eres alérgico. Por suerte, puedes actuar rápida y eficazmente ante una emergencia por una reacción alérgica si conoces los signos y síntomas de las reacciones anafilácticas y tienes un plan para tratar los síntomas con rapidez.

Cuándo consultar al médico

Busca asistencia médica de urgencia si tú, tu hijo u otra persona con la que estés tiene una reacción alérgica grave. No esperes a ver si los síntomas desaparecen.

Si tienes un ataque y llevas un autoinyector de epinefrina, adminístratelo de inmediato. Incluso si los síntomas mejoran después de la inyección, aún es necesario que vayas a la sala de emergencias para asegurarte de que los síntomas no vuelvan a ocurrir, incluso si no te expones más al alérgeno. Esta segunda reacción se llama anafilaxia bifásica.

Solicita una cita médica con el proveedor de atención médica si tú o tu hijo tuvieron un ataque de alergia grave o signos y síntomas de anafilaxia en el pasado. El diagnóstico y el tratamiento a largo plazo de la anafilaxia son complicados, por lo que probablemente necesites ver a un médico que se especialice en alergia e inmunología.

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