Un buitre choca en el parabrisas de un coche y los pasajeros terminan hospitalizados

Una pareja y su hijo ingresaron al hospital tras sufrir heridas por un accidente con un buitre en la carretera.

Por:

Nicolas Lafferriere

Impactante accidente en Zaragoza. Una familia fue hospitalizada durante la mañana del martes tras chocar con un buitre que volaba en dirección opuesta a su vehículo. La colisión del animal destruyo el coche, y los tres turistas alemanes se encuentran bajo revisión médica.

Un susto tremendo

El matrimonio y su hijo, un menor de unos siete años, circulaban tranquilamente por la A-121 en dirección hacia el Monasterio de Piedra. Repentinamente, una enorme ave chocó de forma violenta contra el parabrisas del Audi Q5 que manejaban los turistas de Alemania.

El vehículo se hizo añicos y dejó al conductor sin visibilidad del camino. Ninguno de los pasajeros del coche llegó a pensar que habían impactado con un buitre, que voló a gran velocidad hacia el cristal. La presencia del animal puso sus vidas en peligro, pero el conductor superó la dificultad y abandonó el riesgo.

En lugar de colisionar contra otro objeto, la persona detrás del volante observó la ventanilla derecha y se percató de una gran explanada junto a la carretera. Sin pisar el acelerador, el coche dejó la A-121 y sus pasajeros recibieron el apoyo de varias personas cercanas. Un testigo clave señaló que los trozos de cristal causaron cortes a la pareja y al niño, por los que tuvieron que pasar la noche en un hospital de Zaragoza.

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Las consecuencias

La Guardia Civil de Tráfico, Protección Civil, y agentes de Protección de la Naturaleza se encargaron del caso. Estos últimos retiraron el cadaver del buitre del parabrisas, revelando el vidrio frontal completamente destruido y con un agujero del mismo tamaño que la cabeza del animal.

Los buitres alcanzan metro de altura y diez kilos de peso. Pero son sus alas las que intimidan con sus tres metros de punta a punta. Parte del cuerpo del ave se incrustó en el cristal, pero no fue hasta detener el coche y poner en tierra cuando sus ocupantes fueron conscientes de que habían chocado con esta ave de rapiña.

“La verdad es que la reacción del conductor fue extraordinaria”, dijo el dueño de un restaurante a la prensa tras ayudar a la familia alemana. “Después de un susto de semejante magnitud, podría haber pasado cualquier cosa. Pero no, la pareja paró el coche en nuestro aparcamiento y salió a ver contra qué habían chocado”.