Por primera vez, los pilotos de combate de España cuentan con acompañamiento psicológico

Naiara Bautista relata su experiencia como psicóloga en la operación más reciente del Ejército del Aire y del Espacio.

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Nicolas Lafferriere

30 de junio de 2024, 6:55 p.m.

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Los aviadores del Ejército del Aire y del Espacio cuentan con un importante apoyo psicológico. Fuente: X (@EjercitoAire)

Entre abril y julio, el portaaeronaves Juan Carlos I vigila el mediterráneo oriental junto a fuerzas de varios países de Europa en la operación Baltops 2024. La Armada española se encuentra en estado de alerta ante la constante ofensiva rusa, y sus misiones de interoperabilidad conllevan un importante desgaste psicológico para los efectivos de las fuerzas.

Más de 1.200 integrantes del Ejército del Aire y del Espacio partieron en abril para acompañar a sus pares de países como Francia, Italia y Turquía. En busca de mantener el ánimo en sus actividades, los tripulantes cuentan con un apoyo destacado que les permite canalizar los momentos de estrés.

El papel de Naiara Bautista

La teniente Naiara Bautista se encuentra en misión por primera vez desde que entró por tropa y minería. Cada día, su consultorio en el portaaeronaves recibe a cuatro personas diferentes de toda la tripulación española. Su papel obtiene un mayor reconocimiento a la hora de hablar de la salud mental como algo esencial para estar varios meses alejados de la civilización.

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Los integrantes del Juan Carlos I reciben atención psicológica a bordo. Fuente: Pexels
    Según Naiara, las principales causas de asistencia a sus consultas son la separación familiar y las cargas de trabajo. “Por eso les digo que es muy importante organizar una rutina diaria y programar periodos para ir al gimnasio y desconectar”. También recomienda separar los momentos de interacción con el equipo”.

Hay muchas dificultades, mucho tiempo a bordo, el trabajo es muy intenso, se trabaja 24 horas a la semana durante siete días y la verdad que está viniendo muy bien”, señala Naiara. “Siempre estamos a bordo, no solemos bajar mucho a puerto”. El eléctrico de 232 metros de eslora desplaza 27.000 toneladas y cuenta con los suficientes recursos para alimentar a una ciudad de 10.000 habitantes.

El momento más difícil

Además de brindar asistencia a los tripulantes, Naiara Bautista dirige un estudio que relaciona los seis meses máximos que dura una misión, con los puntos de mayor bajón anímico. “En otros Ejércitos se ve que es al final. Por eso estamos embarcando en el último ciclo. Después de tanto tiempo aquí hay que saber volver a la rutina”.

Naiara Bautista recibe a cuatro integrantes del portaaviones al día. Fuente: X (@EmbEspEstocolmo)

Respecto a la convivencia entre géneros, Naiara asegura que las mujeres que componen el 30% de efectivos están muy adaptadas, y existe una gran cohesión grupal en el portaaeronaves. “El apoyo social es primordial para que la gente tenga la moral alta”, afirma la psicóloga. “Aquí no hay diferencias, la habitabilidad y las condiciones de vida son muy buenas e igual que las de un hombre en realidad”.

Naiara Bautista encontró un papel imprescindible en el Ejército del Aire y del Espacio. Su liderazgo en el entrenamiento psicológico para subir la moral y la adaptación al buque ha permitido un mayor rendimiento de los efectivos en su lucha por brindar seguridad al país.

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