¿Cuáles son los ciberdelitos más comunes en España y cómo prevenirlos? Esto dijo la OCU

La Organización de Consumidores y Usuarios lanzó una plataforma con toda la información para navegar por internet de manera segura.

La creciente cantidad de dispositivos digitales conectados a internet ha generado una auténtica revolución tecnológica a nivel mundial, brindando innumerables oportunidades tanto en el ámbito laboral como en el personal y el del entretenimiento. Sin embargo, también ha abierto la puerta a nuevas formas de fraude y estafa.

Solo en 2023, según datos oficiales, se registraron más de 500.000 ciberdelitos en España, 100.000 más que el año anterior. Esto nos obliga a estar más vigilantes que nunca, conocer las normas básicas de ciberseguridad y entender cómo proteger nuestros ordenadores, móviles y tabletas de los delincuentes que continuamente desarrollan nuevas y más sofisticadas estrategias para delinquir.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha lanzado recientemente una plataforma que ofrece toda la información necesaria para navegar de forma segura por internet y evitar ser víctimas de ciberataques.

La nueva plataforma contra los ciberdelitos de la OCU es una guía detallada sobre el modus operandi de los delincuentes digitales. Incluye información sobre delitos conocidos como el spoofing, el qrishing o el smishing, además de todo lo necesario para prevenir delitos tan comunes hoy en día como el phishing.

¿Qué es un ciberdelito?

Pero antes, veamos de qué hablamos cuando hablamos de ciberdelitos y qué tipos existen.

Un ciberdelito es cualquier actividad ilícita que se lleva adelante a través de medios electrónicos o digitales, como internet, redes de computadoras, dispositivos móviles o cualquier tecnología de la información. Estos delitos pueden variar ampliamente en su naturaleza y gravedad, y pueden incluir, entre otros, los siguientes:

Fraude electrónico: Estafas y engaños para obtener información personal o financiera, como el phishing y el smishing.

Suplantación de identidad: Robo y uso indebido de información personal para hacerse pasar por otra persona, generalmente para obtener beneficios financieros o cometer otros delitos.

Robo de información: Acceso no autorizado a sistemas de información para robar datos sensibles, como información personal, datos bancarios o propiedad intelectual.

Ataques a sistemas informáticos: Incluyen hackeos, virus, malware, ransomware y otros tipos de ataques destinados a dañar, interferir o tomar el control de sistemas informáticos.

Acoso y ciberbullying: Uso de medios digitales para acosar, intimidar o dañar a otras personas, especialmente en redes sociales y plataformas de comunicación.

Distribución de contenido ilegal: Compartir o difundir material ilícito, como pornografía infantil, contenido pirata o cualquier otro tipo de contenido prohibido por la ley.

Espionaje cibernético: Acceso no autorizado a información confidencial de gobiernos, empresas o individuos con fines de espionaje.

Los ciberdelitos pueden afectar a individuos, empresas e instituciones, y pueden tener consecuencias financieras, legales y personales significativas. La creciente dependencia de la tecnología y de internet ha incrementado la importancia de la ciberseguridad para protegerse contra estos delitos.

¿Cómo podemos protegernos de los ciberdelincuentes?

A continuación, repasamos estos términos y cómo podemos protegernos de los nuevos ataques cibernéticos. Con la ayuda de la OCU, hemos recopilado los ciberdelitos más comunes y peligrosos de 2024. Esta guía proporciona la información necesaria para proteger cualquier dispositivo y evitar robos de información personal, datos bancarios e incluso suplantación de identidad.

Phishing: uno de los delitos más comunes en la red

El phishing es uno de los ciberdelitos más conocidos por los usuarios, ya que es una de las técnicas más habituales de los delincuentes. Su nombre proviene de la palabra inglesa fishing (pesca), y consiste en suplantar la identidad de una empresa, compañía u organismo público para robar información personal del usuario. Los datos bancarios y las contraseñas son especialmente codiciados por los ciberdelincuentes.

Los intentos de phishing suelen llegar por correo electrónico, siendo frecuentes los provenientes de empresas con las que no hemos contratado servicios. Para detectar si se trata de una estafa, es importante recordar si existe alguna relación con la entidad y comprobar la dirección de correo del remitente. Otros indicadores de fraude pueden ser faltas de ortografía, enlaces a páginas web sospechosas o solicitudes de datos personales.

Para dejar de recibir correos de phishing, lo recomendable es añadir el remitente a spam y nunca abrir un e-mail sospechoso. Si has sido víctima de una estafa, es importante denunciar el phishing a la Policía de inmediato para evitar que el robo de datos te implique en un delito.

¿Qué es el smishing?

Aunque el phishing es uno de los ciberdelitos más recurrentes, no es el único. Existen muchas otras técnicas que los estafadores utilizan a diario en internet y que ponen en riesgo nuestra seguridad.

Otro de los ciberdelitos más comunes es el smishing, que imita al phishing, pero utiliza mensajes SMS en lugar de correos electrónicos. Los usuarios reciben un mensaje breve de una supuesta empresa u organización, que generalmente incluye un enlace para introducir datos personales. Los estafadores utilizan esta información para suplantar la identidad y cometer otros delitos.

Y hay varios más...

Los ciberdelincuentes recurren cada vez más a la creatividad para burlar la seguridad y engañar a los usuarios.

El bluesnarfing, por ejemplo, consiste en conectarse a otros dispositivos vía Bluetooth para acceder a su información personal. También destaca el qrishing, que roba información mediante códigos QR falsos, o el wangiri, llamadas telefónicas que se cortan rápidamente para cobrar tarifas especiales al devolver la llamada. Otro método popular es el vishing, en el que los atacantes fingen ser una empresa reconocida para obtener información de la víctima.

En todos los tipos de ciberataques, lo ideal es ser prudente y actuar con cautela. Si has sido víctima de un fraude o tienes sospechas, se recomienda contactar con la OCU y denunciarlo a las autoridades para que tomen las medidas oportunas cuanto antes.