Tristemente, todos los veranos se produce algún tipo de incendio forestal en España que ocupa todos los titulares y afecta a un espacio de nuestra península. A veces, incluso, hay que lamentar víctimas fatales. Las razones por las que se producen este tipo de catástrofes naturales son diversas, y por eso es que las enumeraremos a continuación. Sorprendentemente, el principal motivo de los casi 11.700 incendios forestales que se producen al año en España tiene que ver con el uso extendido del fuego como herramienta de gestión en el medio rural. El 95% de los siniestros responden a causas humanas, y el gobierno deberá aspirar a una reducción más contundente del uso del fuego. Esta causa es una de las más comunes por las que se producen incendios forestales: el 53% de los siniestros son intencionados, lo que da la idea de que hay graves conflictos sociales y económicos que deben ser resueltos lo antes posible en España, para evitar el daño a nuestro territorio. Otro de los motivos por los que suelen producirse los incendios forestales es debido a la ausencia de aprovechamientos forestales y de políticas serias que gestionen el territorio. Las zonas cultivadas y pastoreadas en el pasado están hoy cubiertas por matorrales, bosques jóvenes pioneros o rodales monoespecíficos que, sin una adecuada gestión, están condenados a quemarse tarde o temprano. Y cuánto más tarden en arder, con más intensidad lo harán y más difíciles serán de apagar. A la intencionalidad de los incendios forestales traducidos en vandalismo se le suma el urbanismo caótico, que ha crecido ferozmente en España. Las personas que viven deben ser conscientes en el uso de materiales inflamables, ya que el 90% de las urbanizaciones no disponen de plan de prevención o autoprotección, a pesar de que la normativa lo exige. Por último, es el cambio climático el que está debilitando y estresando continuamente a los bosques, aumentando la cantidad de vegetación seca. Los incendios forestales ya no son un fenómeno del verano, ni un problema de los países mediterráneos. Se han convertido en una amenaza global que se extiende a los 365 días del año.