Seguridad Social: quienes ganen hasta 1.350 euros también podrían cobrar el paro

El Gobierno de España avanza en la reforma que entrará en vigencia el año que viene. Conoce todos los detalles, montos y plazos.

Por:

Cristian Ortega Mahan

El Gobierno de España, en colaboración con los sindicatos del país, ha anunciado esta semana una reforma integral del subsidio por desempleo, generando un intenso debate por su alcance y repercusión.

Las medidas aprobadas buscan mejorar las condiciones de apoyo económico para quienes enfrentan situaciones de desempleo, reforzando no solo la seguridad laboral, sino también el bienestar económico de la ciudadanía.

El subsidio por desempleo es una pieza esencial del sistema de protección social en España. Está diseñado para proporcionar ayuda económica a trabajadores que pierden su empleo de manera involuntaria y no cumplen los requisitos mínimos de cotización para acceder al paro.

Este apoyo no solo cubre necesidades básicas, sino que también facilita la reintegración de los desempleados al mercado laboral.

Compatibilizar salario y subsidio, la gran novedad

Entre las medidas más destacadas se encuentra la posibilidad, aún no confirmada, de compatibilizar el cobro del subsidio con un empleo remunerado. Se espera que en los próximos días se oficialice.

A partir de 2025, quienes cumplan ciertas condiciones podrán recibir su salario y el subsidio simultáneamente, lo que supone un alivio importante para los trabajadores que se esfuerzan por reincorporarse al mercado laboral.

Esta medida estará disponible para quienes perciban un salario bruto anual de hasta 18.900 euros (1.350 euros mensuales, equivalente al 225% del IPREM). El subsidio será decreciente en función del tiempo y la jornada laboral realizada, adaptándose a las circunstancias individuales de los beneficiarios.

Incremento en los importes y nuevas protecciones

Otra mejora significativa es el aumento del importe del subsidio de 480 a 570 euros tras los primeros seis meses de prestación. Asimismo, se mantendrá la sobrecotización para los beneficiarios mayores de 52 años, extendiendo esta protección a personas menores de 45 años, sin cargas familiares y mayores de 52 con dependientes, siempre que las rentas familiares no superen el 75% del salario mínimo interprofesional (SMI).

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Con estas reformas, el Ejecutivo busca ofrecer un sistema más inclusivo y eficaz, que no solo garantice la seguridad económica de las personas desempleadas, sino que también fomente su reincorporación al mercado laboral bajo condiciones más favorables.

Estas medidas, aunque aplaudidas por algunos sectores, han generado críticas por parte de otros, quienes consideran que podrían tener un impacto fiscal significativo. El debate sigue abierto.