El “impuestazo” al diésel llegará finalmente el año que viene

Los aumentos de los impuestos al combustible va a derivar en que cueste bastante más llenar el depósito. Los detalles.

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Por:

Cristian Ortega Mahan

El “impuestazo” al diésel llegará finalmente el año que viene
Para cumplir con normas europeas, suben los impuestos al diésel en España. Fuente: Canva - La Península

A partir de 2025, repostar diésel será más caro en España. El Ministerio de Hacienda ha decidido equiparar los impuestos especiales del diésel y la gasolina, lo que supone un incremento de 11,33 céntimos de euro por litro de gasóleo.

Esta medida, que se aplicará mediante real decreto ley, significará un aumento aproximado de 5 euros por cada depósito de 45 litros.

Según el Gobierno, este ajuste responde al cumplimiento de compromisos medioambientales europeos y a la necesidad de internalizar los costes ambientales asociados al uso de combustibles fósiles.

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Para cumplir con normas europeas, suben los impuestos al diésel en España. Fuente: Canva - La Península

El impacto económico en los conductores

    La subida de impuestos afecta principalmente a los conductores de vehículos diésel, que durante años se beneficiaron de una fiscalidad más favorable en comparación con la gasolina. Hasta ahora, el impuesto especial sobre hidrocarburos gravaba el gasóleo a 307 euros por cada 1.000 litros, frente a los 400,69 euros aplicados a la gasolina.

Con la nueva medida, el impuesto del diésel aumentará en 9,369 céntimos por litro, a los que se sumará el IVA correspondiente, elevando el coste total al consumidor.

Este incremento, además de generar descontento entre los conductores, supondrá una importante recaudación para las arcas del Estado, estimada en más de 1.000 millones de euros anuales.

Sin embargo, el impacto será mayor para quienes dependen del gasóleo en su vida cotidiana, como transportistas o personas que utilizan vehículos diésel para sus desplazamientos diarios. Aunque se espera que el gasóleo profesional quede exento, esta medida podría elevar los costos de transporte y, eventualmente, repercutir en el precio de bienes y servicios.

Medida por real decreto ley

El Ministerio de Hacienda implementará esta medida a través de un real decreto ley, una figura legislativa que permite actuar en situaciones de “urgente necesidad” sin pasar por el proceso ordinario del Parlamento. Esta decisión llega después de que la propuesta fracasara como parte de la reforma fiscal debatida en el Congreso.

Según las previsiones, el decreto se promulgará el 23 de diciembre de 2024, aunque su entrada en vigor podría retrasarse hasta abril de 2025 para mitigar su impacto durante la llamada “cuesta de enero”.

Justificaciones medioambientales

El Gobierno defiende la medida como un paso hacia la moderación de las emisiones contaminantes, en línea con las recomendaciones de la Unión Europea. La equiparación fiscal busca reducir el consumo de combustibles fósiles y, con ello, las emisiones de gases de efecto invernadero y de dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante asociado al diésel que afecta gravemente la calidad del aire en las ciudades.

Sin embargo, la medida también genera interrogantes. Aunque el consumo de diésel sea más eficiente en términos de emisiones de CO2 que el de la gasolina, los combustibles siguen siendo una fuente importante de contaminación. Por tanto, algunos expertos cuestionan si la subida de impuestos realmente se traducirá en una reducción significativa del impacto ambiental.

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Para cumplir con normas europeas, suben los impuestos al diésel en España. Fuente: Canva - La Península

Excepciones y condiciones

Una cláusula incluida en la propuesta contempla que, si el precio medio del diésel supera los 2 euros por litro durante dos meses consecutivos, y la cotización del barril de petróleo Brent se incrementa respecto al mes anterior, el impuesto podría moderarse a 350 euros por cada 1.000 litros. Esta excepción busca evitar un impacto excesivo en los consumidores ante posibles fluctuaciones del mercado.

El “impuestazo al diésel” de 2025 representa un cambio significativo para los conductores, tanto en términos económicos como medioambientales. Aunque busca alinearse con las políticas climáticas europeas, sus efectos sobre la contaminación y el bolsillo de los ciudadanos continúan siendo objeto de debate.

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