Es científico: mientras más dinero destinas a tu vivienda, más angustiado vives

Un reciente estudio ha determinado claramente cómo nuestra calidad de vida se deteriora al estar pendientes de cómo pagar el lugar donde vivimos.

Por:

Cristian Ortega Mahan

El 40% de la población reconoce haber experimentado estrés o ansiedad por el precio del alquiler. Fuente: Canva - La Península

En España, la vivienda se ha convertido en una gran preocupación, especialmente para los jóvenes menores de 35 años, quienes la consideran una preocupación tan relevante como la sanidad, solo superada por los problemas económicos.

Así lo revela el estudio sobre vivienda y salud mental de GAD 3 para el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España (CGATE), presentado en las últimas horas. El informe indica que cerca del 40% de la población ha experimentado estrés o ansiedad, un 30% soledad y un 23% depresión en sus hogares.

Un problema más que económico

“El acceso a la vivienda en España ha pasado a ser un problema que trasciende lo económico”, ha declarado Alfredo Sanz, presidente del CGATE. Durante la presentación del informe, Sanz recordó que “la vivienda adecuada es un derecho humano y no disponer de ella puede comprometer otros derechos”.

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    El informe, titulado La Situación de la vivienda en España, señala que el precio, las dificultades para acceder a créditos, la falta de oferta tanto para compra como alquiler y la carencia de apoyo institucional son obstáculos significativos para encontrar un hogar, especialmente para los menores de 35 años, quienes enfrentan mayores dificultades.
Inquilinos muestran ansiedad frente al pago del alquiler. Fuente: Pexels - Canva - La Península

Para quienes ya tienen una vivienda, ya sea en propiedad o en alquiler, la principal preocupación es el pago mensual. Según el estudio, el 26% de las viviendas están bajo deuda hipotecaria, y el 16% en régimen de alquiler. Un tercio de los hogares en alquiler gastan entre 500 y 800 euros en renta, mientras que para los propietarios, este porcentaje es del 26%. Esta situación ha generado que el 38% de los ciudadanos se sientan angustiados por la posibilidad de perder su vivienda y tener que volver a vivir con sus familias.

El informe también revela que el estrés y la depresión aumentan en las rentas bajas. Un 60% de la población reporta un impacto positivo de su vivienda en su bienestar emocional y mental. Sin embargo, el 40% ha experimentado estrés o ansiedad, un 30% soledad y un 23% depresión. Los propietarios reportan un 67% de sensación de bienestar, mientras que entre los inquilinos el porcentaje es del 49%.

Las rentas más bajas presentan niveles altos de estrés (58% para ingresos inferiores a 1.000 euros al mes), soledad (57%) y depresión (40%), mientras que las rentas superiores a 5.000 euros al mes muestran niveles menores de estrés (22%), depresión (12%) y soledad (8%).

El miedo a no poder pagar un alquiler desvela a miles de inquilinos. Fuente: Freepik

Los aspectos que más contribuyen al bienestar son la ubicación (70%), la iluminación y ventilación (67%) y la privacidad (65%). El informe también resalta la creciente preocupación por los materiales de construcción, especialmente entre las familias con hijos (43%).

Para mejorar el acceso a la vivienda, la población demanda principalmente la reducción de los tipos de interés (35%), ayudas para la compra de vivienda (27%) y la disminución del precio del suelo (25%). Además, el 25% de los ciudadanos apoya la limitación de precios de alquileres y la construcción de viviendas protegidas.

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