Al ritmo actual, se necesitarán 257 años para cerrar la brecha salarial entre hombres y mujeres

Un reciente informe de la ONU deja en claro las diferencias laborales entre varones y mujeres en el mundo. ¿Qué pasa con Europa? ¿Y con España?

Por:

Cristian Ortega Mahan

La ONU Mujeres ponderó los buenos números alcanzados por España. Fuente: Canva - La Península

A nivel mundial, las mujeres siguen ganando menos que los hombres por el mismo trabajo, un fenómeno conocido como la brecha salarial de género. Según estimaciones de ONU Mujeres, al ritmo actual, cerrar esta brecha llevaría 257 años.

En el 2024, se estima que las mujeres perciben un salario un 23% inferior al de los hombres, lo que se traduce en que, por cada dólar que gana un hombre, las mujeres solo reciben 77 centavos. Esta disparidad es aún mayor cuando las mujeres son madres: en Asia Meridional, por ejemplo, las madres ganan un 35% menos que aquellas sin hijos, donde la diferencia es apenas del 4%.

España y Europa: mejoras notables pero desiguales

En la Unión Europea, la brecha salarial de género es menor en comparación con otras regiones. España ha logrado reducir esta diferencia en los últimos años: pasó del 18,7% en 2012 al 8,7% en 2022, situándose por debajo de la media europea del 12,7%. Sin embargo, no todos los países comunitarios muestran el mismo progreso. Países del este de Europa, así como Austria y Alemania, mantienen brechas salariales superiores al 18%. En contraste, países como Bélgica, Rumanía e Italia, con tasas de empleo femenino relativamente bajas, muestran brechas inferiores al 6%. Luxemburgo es la excepción en Europa, ya que es el único país donde las mujeres ganan un 1% más que los hombres en promedio.

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La ONU Mujeres difundió un interesante informe sobre la brecha salarial. Fuente: Canva - La Península

Factores que inciden en la brecha salarial

    Según Funcas, centro de análisis dedicado a la investigación económica y social, las diferencias salariales no solo se deben a la discriminación de género, sino también a factores como la educación, la edad, la antigüedad, la productividad y las características de los puestos de trabajo. Las mujeres suelen tener menos acceso a posiciones de alta dirección, donde la brecha salarial es más evidente. El Foro Económico Mundial reporta que en su Índice Global de Brecha de Género 2024, España recibe una puntuación del 53,2% en términos de representación femenina en la alta dirección y del 67,6% en cuanto a la brecha salarial en general.

Un estudio de la consultora laboral británica Robert Walters, basado en encuestas a más de 1.000 profesionales en cargos de liderazgo y recursos humanos, revela que el 88% de los encuestados considera que las mujeres están subrepresentadas en los puestos de liderazgo. Entre las políticas que podrían mejorar esta situación, destacan un modelo de trabajo basado en resultados (56%), mayor flexibilidad laboral (54%) y cambios culturales hacia un entorno más igualitario (53%).

El impacto del factor edad

Funcas señala que la brecha salarial también está vinculada a la edad. Las generaciones más jóvenes de mujeres, con mayor nivel educativo, han accedido a empleos mejor remunerados, lo que ha reducido la desigualdad salarial en este grupo. En 2022, las mujeres menores de 25 años ganaban en promedio un 3,8% más que los hombres de la misma edad. Sin embargo, esta tendencia cambia drásticamente en los grupos de mayor edad. Entre los trabajadores de 55 a 64 años, la brecha salarial es del 13,5%, y se agrava aún más entre los mayores de 65 años.

A pesar de estas diferencias generacionales, desde 2012 la reducción de la brecha salarial ha sido generalizada. Por ejemplo, entre los jóvenes menores de 25 años, la brecha se redujo del 8,3% en 2012 a un -3,8% en 2022. En el caso de los trabajadores cercanos a la jubilación, la brecha disminuyó en más de 10 puntos porcentuales en el mismo periodo, pasando del 24,2% al 13,5%.

La ONU Mujeres también detalló la realidad en Europa. Fuente: Canva - La Península

Más allá del salario: otros retos laborales para las mujeres

El salario no es el único desafío que enfrentan las mujeres en el ámbito laboral. Según la ONU, las mujeres tienen más probabilidades de estar desempleadas en comparación con los hombres, con notables diferencias regionales. Solo el 28% de las mujeres empleadas a nivel global disfrutan de baja por maternidad remunerada, y casi el 65% de las personas en edad de jubilación sin pensión son mujeres. Además, las mujeres dedican 2,5 veces más tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.

A pesar de algunos avances, la brecha salarial de género sigue siendo un obstáculo para la igualdad en el trabajo, afectando no solo los ingresos, sino también las oportunidades laborales y de desarrollo profesional de las mujeres en todo el mundo.

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