Larga Raíz: el exilio que florece en México

El exilio republicano trajo a México personajes importantes que hicieron florecer su exilio enriqueciendo la vida social y económica del México moderno.

Por:

Mauricio Flores

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Mauricio Flores. Fuente: Producción La Peninsula Es

Sus abuelos y madre tuvieron que huir de su lugar de origen, Tarancón, hace 88 años luego de la caída de la Segunda República Española: Carlos Rius y María de la Pola (ella embarazada) cruzaron la frontera hacia Francia y de ahí, en medio de la guerra que se avecinaba en Europa, se embarcaron hacia México: esa dramática odisea familiar fue plasmada en un lienzo del pintor Javier Córdoba a petición de Imanol Belausteguigoitia, quien nació y creció en la Ciudad de México pero que al regresar a la búsqueda de sus raíces en la región de La Mancha, conoció al artista al que luego encomendaría un mural monumental en la calle Rius Zunón de Tarancón… que ha dado origen a otro mural en el Instituto Luis Vives de la Colonia Escandón de la capital mexicana.

El Colegio Luis Vives fue el primero que fundaron los exiliados republicanos españoles para generar educación de calidad y mantener viva la raíz de la tierra que tuvieron que abandonar. Los más de 25 mil refugiados que arribaron para salvar sus vidas, hicieron grandes aportaciones en casi todos los terrenos a México desde la pintura, la educación, la ingeniería, el cine, el comercio y la industria… y sus descendientes siguen contribuyendo de múltiples maneras a la nación que los recibió por la solidaridad que en 1936 hizo el entonces presidente Lázaro Cárdena del Río.

Vaya, Imanol Belausteguigoitia es consultor especializado en la gestión de empresas familiares (las más comunes en México, cerca de 95% de los establecimientos industriales, comerciales y de servicios) y es autor de un Best-Seller de la editorial McGraw Hill titulado “Empresas Familiares, dinámica, equilibrio y consolidación” en el que analiza casos concretos de éxito y de fracaso de tales negocios, examinando las condiciones específicas de cada uno y describiendo los patrones de uno u otro resultado. Su trabajo de consultoría, entre otros objetivos, busca lograr una transición ordenada fructífera de los mandos de las empresas al momento que sus fundadores se retiran o fallecen.

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El exilio y el arte

    En Trancón, casi de casualidad Belausteguigoitia conoció a Córdoba, y lo impulsó a realizar un mural de 10 por 8 metros en Tarancón, en donde se expone el rostro de una niña, que muestra en tres facetas la tristeza y nostalgia, el azoro y la ingenuidad ante una situación que y la esperanza cautelosa hacia el futuro. La obra fue patrocinada por el Ayuntamiento de la población y HCM Hormigones.

La obra espejo que se realiza en el Instituto Luis Vives muestra el arribo a México, la mano amiga que los recibe, nostalgia por el lugar de origen y los nuevos amores que la patria adoptiva. Es patrocinada por aportaciones individuales de integrantes de la comunidad española en la capital chilanga (Chilango, es el gentilicio que se aplican así mismos -entre broma y en serio- los habitantes de la populosa ciudad, así como por Pinturas Nervión, compañía que conduce José Hilario Ibarrola, especializada en pinturas y recubrimientos de alto desempeño y aplicación industrial.

Y en su ejecución, en poco mas de una semana (este martes 3 de septiembre será inaugurada) participaron alumnos de instituto. El propio artista contribuye con cursos de pintura que impartió en el Ateneo Español, donde expone también una colección de su obra titulado “Ida y Vuelta” en el marco de la conmemoración de 85 años del exilio hispano en tierras mexicanas.

Los Murales en Trancón y en la Ciudad de México forman parte de una obra conjunta llamado “Larga Raíz”, esa que resiste, que se forja robusta de manera callada y persistente, siendo el cimiento de un árbol poderoso que hace regresar aquellos que la guerra obligó a la diáspora.

La obra también conmemora la amistad, la solidaridad en momentos de crueles y difíciles, con la esperanza de que no se vuelta a repetir tal circunstancia y siempre exista la empatía entre las naciones para asistir a quienes han perdido todo.

El exilio republicano trajo a México personajes de la talla del cineasta Luis Buñuel, el poeta Enrique Díez-Canedo, el filósofo Ramón Xirau, al arquitecto Félix Candela, el ingeniero Pedro Bosch Gimpera, al diplomático José Giral, al médico José Puche, al antropólogo Juan Comas, a los zoólogos Ignacio y Cándido Bolívar, al traductor y filósofo José Gaos y al jurista Luis Recaséns Siches entre otros miles que hicieron florecer su exilio enriqueciendo la vida social y económica del México moderno.

Contenido desarrollado por @mfloresarellano / mflores37@yahoo.es

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