Estudio revela que retrasar la jubilación apenas un año, aumenta el riesgo de morir antes de los 70

Un revelador trabajo de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, FEDEA, revela los efectos muy concretos en la salud de alargar el retiro hacia el jubileo de los adultos mayores.

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Por:

Cristian Ortega Mahan

Estudio revela que retrasar la jubilación apenas un año, aumenta el riesgo de morir antes de los 70
La edad de jubilación es importante para mantener la salud en la adultez. Fuente: Canva

Un nuevo informe de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) sugiere que retrasar la edad de jubilación puede aumentar el riesgo de mortalidad entre los 60 y 69 años, especialmente en trabajos físicamente exigentes o emocionalmente estresantes.

El informe aboga por edades de jubilación flexibles, adaptadas a cada tipo de empleo, y destaca que las ganancias fiscales de retrasar la jubilación no compensan la pérdida social por la reducción de la esperanza de vida.

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Retrasar la jubilación tiene efectos concretos en la salud. Fuente: Pexels - Canva - La Península

Impactante informe

Para llegar a estas conclusiones, los autores del informe analizaron el impacto de una reforma aprobada en 1967, que endureció las condiciones para la jubilación anticipada. Las cifras del informe revelan que, aunque retrasar la jubilación genera beneficios económicos para el sistema de pensiones, estos no compensan las pérdidas sociales derivadas de la reducción en la esperanza de vida.

Específicamente, el estudio cuantifica una ganancia fiscal de 5.213 euros por jubilado, gracias a una menor carga para la Seguridad Social y mayores ingresos fiscales. Sin embargo, se estima que la pérdida social asociada a un aumento en la edad de jubilación equivale a 8.564 euros por trabajador, lo que indica que los ahorros fiscales no justifican el costo en términos de bienestar social.

Ante estos resultados, los expertos de Fedea instan a que cualquier cambio en las políticas de jubilación sea cuidadosamente diseñado para evitar efectos negativos sobre la salud de los trabajadores.

Recomiendan que las edades de jubilación mínimas y legales se ajusten en función de las demandas físicas, emocionales y mentales de cada ocupación, pues no todos los trabajos implican el mismo nivel de desgaste. Además, sugieren que se introduzcan mecanismos flexibles de jubilación anticipada y parcial, que permitan a los empleados reducir sus horas de trabajo al final de su carrera laboral.

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Estudio advierte sobre las políticas que apuntan a retrasar el retiro. Fuente: Pexels

Políticas públicas a contramano

Estas recomendaciones contrastan con las iniciativas del Gobierno para incentivar la jubilación demorada. Recientemente, en junio, el Gobierno planteó a los agentes sociales la posibilidad de que aquellos trabajadores que decidan retrasar voluntariamente su jubilación más allá de la edad legal puedan recibir incentivos cada seis meses a partir del segundo año de demora. Esta propuesta se enmarca en la reforma de las pensiones impulsada por el exministro José Luis Escrivá, que ofreció un 4% adicional sobre la pensión por cada año completo de retraso en la jubilación o una cantidad fija abonada en un único pago.

El informe de Fedea, por tanto, plantea un dilema entre los beneficios económicos de retrasar la jubilación y los riesgos para la salud de los trabajadores. Su llamado a la flexibilidad y adaptación de las políticas de jubilación según las características del trabajo puede ser una solución para minimizar los efectos negativos y mejorar el bienestar social en general.

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