Tras los anuncios de movilización por parte de los sindicatos UGT y CCOO en favor de una jubilación anticipada para los conductores profesionales, el Congreso español abordará mañana una propuesta presentada por ERC para reducir la edad de jubilación de este grupo de trabajadores. La proposición no de ley de ERC, obtenida por la agencia de noticias EFE, urge al Gobierno a “implementar coeficientes reductores para disminuir la edad de jubilación de los trabajadores del sector de conductores profesionales, con el objetivo de reducir los altos índices de accidentes y mortalidad que enfrenta el sector y mejorar sus condiciones de vida y laborales”. La iniciativa de ERC destaca que los profesionales del transporte son considerados un grupo de riesgo, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), debido a la peligrosidad de su labor, y que la tasa de accidentes laborales en mayores de 55 años es tres veces mayor que en otros sectores de la misma franja etaria. El comunicado de CCOO señala que “la edad es un factor determinante en la pérdida o disminución de capacidades físicas y cognitivas”, y advierte que “si no se toman medidas, los accidentes fatales continuarán aumentando”, refriéndose a la jubilación anticipada. En caso de que no se apruebe esta reducción en la edad de jubilación, los sindicatos CCOO y UGT, que planean una movilización el 7 de junio para exigir una jubilación anticipada, consideran que no es seguro que personas de 65 o 67 años, edades de retiro ordinario, estén al volante de vehículos con pasajeros o carga, y no descartan convocar un paro total del sector del transporte por carretera. ERC recuerda que en 2018 el Senado aprobó una moción para reducir la edad ordinaria de jubilación de este colectivo, y critica que seis años después el Gobierno aún no haya cumplido con ese compromiso. Actualmente, solo ocho profesiones tienen acceso a la jubilación anticipada, debido a su naturaleza particularmente peligrosa, tóxica o insalubre, y a sus altos índices de mortalidad. Entre ellas se encuentran los trabajadores mineros, el personal aéreo, los empleados ferroviarios, los profesionales taurinos, los bomberos de la administración pública, los miembros de la Ertzaintza y de la policía local, así como los artistas como cantantes, bailarines y trapecistas.